El inicio del otoño meteorológico (con la llegada de septiembre) ha estado marcado por una DANA que ha provocado grandes destrozos en muchos puntos de la geografía española: localidades devastadas por el agua y destrozos millonarios. Un tiempo que se espera que siga inestable, surgiendo nuevas depresiones en latitudes bajas.

Se espera así un tiempo inestable y atípico para esta época del año, tanto en España como en el resto de Europa, con la presencia de intensas tormentas en la parte delantera de las vaguadas y DANAS que vayan surgiendo. A todo esto hay que sumar al conocido como huracán Larry, del que a finales de semana se espera que se incorpore al chorro polar, convirtiéndose en una borrasca en el Atlántico norte, según informa Meteored.

Si bien no afectará directamente en España, sí que lo hará su reacción en cadena, que supondrá una alteración del chorro polar en nuestra latitud. Tras entrar en la circulación en latitudes medias, esto generará una onda de una gran amplitud que se moverá hacia el oeste y desplazará las masas de aire lejos de su latitud original.

Incertidumbre

La previsión a medio plazo, aunque pueda tener consecuencias importantes en las condiciones meteorológicas de la Península, cuenta todavía con una alta incertidumbre. Al estar la circulación de latitudes medias ya ondulada, se esperan cambios en los próximos días: ya este fin de semana una masa de aire subtropical está provocando una subida en las temperaturas de forma notable, en comparación con días anteriores.

Tras ello, la llegada de una nueva DANA podría dejar nubosidad en el oeste peninsular y precipitaciones en el norte al inicio de la próxima semana. Para finales de la próxima semana hay varias opciones, que varían en función de dónde se sitúe el huracán Larry.

Si lo hace sobre el continente europeo, podría derivar en un descenso evidente de las temperaturas y la llegada de frentes al noroeste de España, con la llegada de un tiempo más típico del otoño. En cambio, si la incorporación del huracán Larry al chorro polar se realiza sobre el Océano Atlántico, la caída de las temperaturas será menos acusada y también llegaría más tarde. Aun así, la exposición a un flujo marítimo subtropical inestable puede originar nuevas tormentas en la Península.