Durante este verano, en Cádiz se han registrado numerosos ataques de orcas a barcos. En el último del que se tiene constancia, estos cetáceos sorprendieron a un velero que navegaba por aguas gaditanas y que terminó volcado en la costa. El barco, que fue incapaz de llegar por sus propios medios al puerto de Barbate, tuvo que ser remolcado por los servicios de emergencia. 

Hasta la fecha se han notificado 69 interacciones entre embarcaciones y orcas, siendo necesaria en muchas ocasiones la intervención de Salvamento Marítimo. Estos contactos han provocado que la Capitanía Marítima de Cádiz haya prohibido navegar a veleros de hasta quince metros en la Ensenada de Barbate hasta el 7 de septiembre para evitar situaciones de riesgo.

Diversas versiones

Asimismo, los expertos están intentando encontrar una explicación a las constantes acometidas. Mientras que algunos los han catalogado como una especie de 'juego', otros creen que es una señal de protesta. Es el caso de Francisco Gil, director desde 2014 del Centro de Interpretación de Cetáceos y Aula del Mar de Tarifa (CICAM).

Según detalla en EFE, se trata de una respuesta de las orcas a los ataques que sufrieron el pasado verano y han seguido padeciendo a lo largo de este. Después de salir diariamente a buscar cetáceos, descubrió que algunas habían sido arponeadas con una especie de lanza. 

Tal y como explica Gil, las orcas no atacan a los veleros que podrían hacer naufragar, ya que "son muy listas y saben que podemos matarlas". Por ello, el experto interpreta estos ataques como "una protesta" de los animales. La gran mayoría de sucesos han ocurrido con barcos pequeños, que llevan la hélice delante y muy separada del timón. Esto les permite morderlo sin riesgo e inutilizar las embarcaciones.

Colaboración

Orcas y hombres han colaborado históricamente en la pesca del atún. Cuando en primavera llegan los bancos de atún al Mediterráneo, estos animales los acorralan y los empujan hacia las almadrabas gaditanas y se facilita así su pesca con esta técnica.