El ferry ‘San Gwann’, perteneciente a la naviera FRS, se ha estrellado durante la noche de este sábado en Es Malvins, uno de los islotes que se encuentran a la salida del principal puerto de Ibiza. El barco salió de la isla a las 21:30 con 35 pasajeros y 12 tripulantes a bordo para realizar su tercer servicio del día. El destino era el puerto de La Savina, en Formentera, pero encalló en el islote poco después de zarpar.

“Tras el impacto, la tripulación ha asistido a los pasajeros hasta que todos ellos han sido evacuados”, ha explicado la naviera en un comunicado. Asimismo, ha agradecido “la colaboración de Salvamento Marítimo que se ha ocupado de las tareas de rescate, así como del resto de las instituciones que han participado en la evacuación del barco”. Según informa la Cadena Ser, la última pasajera herida ha sido evacuada en helicóptero sobre la 01:30 de la madrugada.

El 061 asegura que 25 personas han resultado heridas tras el incidente: 16 de forma leve y nueve con lesiones más severas, dos bastante graves, que tuvieron que ser evacuadas por aire hasta el hospital ibicenco Can Misses. Solo un niño de 10 años, que se encuentra entre las dos personas más afectadas, ha tenido que ser trasladado al Hospital Universitario Son Espases de Mallorca debido a su frágil estado de salud. Las demás personas han sido evacuadas por mar en embarcaciones de los GEAS de la Guardia Civil y la empresa Servisub, contratada por la naviera.

Se desconoce el motivo del accidente

Hasta el momento no han trascendido las causas del accidente, pero la embarcación continúa encallada para evaluar su estado, según ha revelado Miguel Félix Xicón, jefe de Salvamento Marítimo en Baleares, en ‘Matinal SER’. También ha precisado que no existe riesgo de contaminación porque el barco no transportaba vehículos, pero sí es probable que se hunda: “El barco tiene una vía de agua en una determinada zona. Hay que verificar ahora su alcance y cuántos compartimentos pueden estar inundados”.

“Ahora hay que diseñar una maniobra que evite que los daños sean mayores para que el barco no sufra más daños”, añade Xicón. Hasta cinco tripulantes permanecen a bordo para evaluar las averías que ha podido sufrir el barco. Una vez finalizado su trabajo, la empresa debe presentar un plan a Capitanía Marítima para diseñar un operativo que permita reflotar el barco en el menor tiempo posible, aunque parece que no podrá volver a operar en esta temporada.