España pasará este agosto por su primera ola de calor, dejando en alerta roja a varias Comunidades Autónomas y provincias del centro y sur del país. Estas olas de calor no solo tienen un efecto negativo a la biodiversidad del país, sino que también puede afectar a algunos de los elementos más importantes del coche y hacer que no pasemos la ITV como debería, si es que nos toca hacerla.

Las temperaturas altas afectan a los componentes del coche de diferentes maneras, situaciones que pueden llevar a la avería del automóvil o, en los casos más graves, a accidentes graves. El calor es una de las razones por las que en verano suban los accidentes en carretera, más aún en época de olas de calor.

Como antecedente encontramos la ola de calor que arribó a Europa en junio de 2019. En esa ocasión, se llegaron a temperaturas que sobrepasaban los 40ºC en algunas Comunidades Autónomas. En ese junio, la RACE registró hasta un 22% más de averías en carretera que en las mismas fechas del año anterior. Los daños más recurrentes tenían que ver con el rendimiento de neumáticos, motores y baterías.

A continuación se explicarán las partes del coche que más pueden sufrir con las olas de calor:

Frenos

Si es un asiduo de la F1 o las carreras de motor en general, sabrá que los frenos con el calor pueden fallar. Una temperatura superior a los 30ºC reduce la capacidad de refrigeración de los discos, pastillas y líquidos. Durante la temporada de calor extremo los discos también pueden llegar a deformarse.

Neumáticos

Las altas temperaturas pueden hacer que se acelere el desgaste del dibujo de los neumáticos, reduciendo su vida útil en un 15%. El calor puede hacer que los neumáticos pierdan presión. Si va a hacer un viaje largo, será mejor que revise todos los neumáticos antes de lanzarse a la carretera. Por todo esto sería recomendable que cambie sus neumáticos a unos más adaptables al calor, los neumáticos de verano.

Líquidos

Cuanto más alta sea la temperatura, más rápido se evaporarán los líquidos del coche. Todos los líquidos tienen una función específica dentro de la maquinaria que hacen que todo vaya sobre ruedas, pero tener unos niveles bajos puede acarrear consecuencias negativas para el buen funcionamiento del vehículo. Entre estos líquidos destacamos el aceite, ya que es uno de los pilares que sustentan al motor.

Motor

El motor es para el coche lo que el corazón para los humanos. Mantener el motor en buen estado nos permitirá alargar la vida útil del vehículo. Aparte del aceite, tenemos que tener muy en cuenta otros elementos como el oxígeno del aire, que puede deteriorar la combustión en los cilindros. Esto se debe a que todos los motores de combustión necesitan aire para quemar el combustible. Al aumentar la temperatura del aire, el oxígeno disminuye y como consecuencia el combustible no se quema como debería.

Batería

El calor acelera el proceso de envejecimiento de las baterías. Según la RACE, el 30% de los fallos eléctricos y el 50% de las averías en general afectan a las baterías de los coches. El calor extremo puede acelerar el deterioro de las baterías ya que estas están diseñadas para funcionar de manera correcta a, como máximo, 25ºC.

Limpiaparabrisas

Tanto el calor como el frío pueden crear roturas en el parabrisas del coche y cuartear el limpiaparabrisas. Los insectos o el polvo, además de las altas temperaturas, pueden acelerar el deterioro de estos.

Climatización

Es un elemento que la ITV no revisa, pero conviene estar muy atento en estas fechas porque es la herramienta que más se usa. El aire acondicionado puede salvarnos un viaje largo, por ello es recomendable revisar su funcionamiento antes de cada viaje.