Delito político. Es, de momento, de lo que está acusada una enfermera alemana que no puso la vacuna contra el coronavirus a 8.557 ciudadanos, sino que les inoculó una solución salina, inocua. Se ha detectado que los 'no vacunados' tuvieron lugar entre el 5 de marzo y el 20 de abril en el distrito de Frisia, y recibirán ahora mensajes para nuevas citaciones donde recibirán su correspondiente vacuna. 

Los afectados son sobre todo personas mayores de 70 años que visitaron el centro de vacunación de Frisia en Schortens-Roffhausen. Empleados de hospitales, y servicios de atención móvil, educadores y médicos también fueron vacunados durante el período que se está analizando.

Crisis analizada en Hannover

En Hannover, la subdirectora Claudia Schröder,del departamento de crisis del coronavirus de la Baja Sajonia, ha contado que el caso se conoció a fines de abril; sin embargo, se asumió que solo seis jeringas estaban llenas de solución salina.

A los que podrían verse afectados se les hizo una prueba de detección de anticuerpos y se les volvió a vacunar en ausencia de anticuerpos. Esta vez, sin embargo, las pruebas de anticuerpos no son útiles.

"Dado que las vacunaciones se llevaron a cabo hace meses, la dinámica de los anticuerpos no se puede evaluar individualmente con certeza. Por lo tanto, las pruebas de anticuerpos no ofrecen una buena orientación en la situación actual".

La enfermera no coopera

La enfermera no coopera con la policía, se ha negado a declarar, por lo que no se sabe con certeza cuántas personas realmente recibieron la solución salina. Los abogados de la mujer rechazan una motivación política, así como el alcance de los hechos que ahora sospechan las autoridades.

Según ellos, las inyecciones de la solución salina del 21 de abril fueron un "incidente único. En particular, no hubo otros días en los que la vacuna no se administró en la cantidad prescrita por nuestro cliente", dijeron en un comunicado.