El doctor Alfonso Cabello, jefe asociado del Servicio de Medicina Interna y especialista de la Sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, durante un curso de Infecciones de Transmisión Sexual, ha puntualizado que hay varias que están "lejos de controlarse, se podían calificar como otra epidemia. Entre ellas destaca tres: la sífilis, la infección gonocócica y la clamidia, de las que ha habido "un incremento constante" en la última década".

De hecho, destaca el experto, España cuenta con una de las tasas más elevadas de toda Europa. Otras como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), tienen una "incidencia mantenida", aunque todavía lejos de niveles aceptables para un control eficaz, pese a los avances de los últimos años. Respecto a esta, el doctor Cabello señala que hay un "aplanamiento de la curva y un leve descenso" en aquellos colectivos de mayor riesgo. Por contra, la clamidia y la sífilis están "completamente fuera de control".

Los datos disponibles en Estados Unidos y Europa reflejan tasas más altas de algunas de estas infecciones en "hombres que tienen sexo con hombros y en mujeres transexuales". Por otro lado, el especialista advierte que los casos de asintomáticos de clamidia son más habituales entre las mujeres jóvenes. Por ello, destaca la importancia de ofrecer información sobre las ETS y un cribado a toda persona que lo desee, algo a lo que la pandemia "no ha ayudado".

Dificultad de diagnóstico

Las limitaciones derivadas por la pandemia, con el difícil acceso a los sistemas de salud, ha hecho mermar la capacidad de diagnóstico y cribado de las ETS, tanto de diagnóstico como de privado en Atención Primaria y centros más específicos. "Los pacientes que son atendidos en nuestro centro también lo son en sus centros de salud correspondientes y otros centros comunitarios", indica el doctor.

Paralelamente, se han dado a conocer nuevos avances con los que tratar de controlar estas infecciones, como las técnicas moleculares, que han servido de gran ayuda para la detección de casos, el desarrollo de tratamientos antirretrovirales que eliminan la carga viral del VIH-1 en sangre en la mayoría de pacientes, o la implementación de la profilaxis preexposición.