La campaña de vacunación sigue avanzando en España. Ya son 32.352.818 personas que han recibido al menos una dosis en nuestro país, el 68,2% de la población diana, mientras que el 57,8% (27.437.503 personas) de la población diana ha recibido la pauta completa de la vacuna.

Con este avance de la campaña de vacunación, las distintas autonomías españolas y algunos países europeos se plantean pedir certificados en ciertos establecimientos como en el ocio nocturno, los bares e incluso en los gimnasios o en el transporte público. Desde el Gobierno de España han descartado por el momento imponer el uso del pasaporte COVID para entrar a los establecimientos de ocio nocturno o al transporte público cómo si lo han hecho países como Francia.

La diferencia entre el pasaporte COVID y el certificado de vacunación

Aunque puedan surgir muchas dudas con estos dos documentos, la diferencia entre uno y otro parece bastante clara. El certificado de vacunación lo emite las autoridades sanitarias de cada país, y esto acredita que la persona ha recibido la pauta completa de vacunación.

Por su parte, el pasaporte COVID es un certificado aprobado por la Unión Europea que acredita tres condiciones, que la persona está vacunada, que ha pasado la enfermedad hace menos de seis meses, o que tiene una prueba PCR negativa.

El pasaporte COVID por tanto servirá para que los ciudadanos europeos puedan viajar dentro de Europa sin más restricciones asegurando la libre circulación. El certificado de vacunación es sin embargo un documento que decide utilizar o no cada país y que además solo acredita haber recibido la vacunación completa, a diferencia del pasaporte que acredita también otras cuestiones.

Pasaporte COVID para el ocio nocturno

Desde el gobierno español han rechazado imponer el pasaporte COVID para acceder a establecimientos de ocio nocturno, sin embargo, Carolina Darias si ha dejado la puerta abierta a que las comunidades autónomas, dentro de sus competencias sanitarias, puedan pedir el certificado de vacunación o una prueba de diagnóstico negativa.

Esto se debe a que la imposición del pasaporte COVID debe llegar desde el Gobierno, y siempre siguiendo la normativa europea, mientras que exigir PCR negativo o el certificado de vacunación sí que entra en las competencias sanitarias de las comunidades.