Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

ACTUALIDAD

La primera prueba de saliva para medir los niveles de glucosa en pacientes diabéticos

Una vez que el test se ponga al alcance de los ciudadanos, las primeras estimaciones señalan que el primer lote comercial estará listo para 2023.

La primera prueba de saliva para medir los niveles de glucosa en pacientes diabéticos
Universidad de NewcastleReuters

Alrededor de 460 millones de personas en todo el planeta sufren diabetes. Así, algunos expertos lo consideran un grave problema global y la tendencia es la de seguir en ascenso hasta incluso doblarse en los próximos años. En gran parte, el incremento de ciudadanos que padecen la enfermedad está relacionado directamente con el crecimiento de las tasas de obesidad.

Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Newcastle, en Australia, han desarrollado "la primera prueba de diabetes del mundo que no causa dolor", tal y como apuntaron en un comunicado. Gracias a ella, se miden los niveles de azúcar de los pacientes mediante la saliva. La técnica actual consiste en soportar el pinchazo de una pequeña lanceta en el dedo y posteriormente se coloca una gota de sangre sobre una tira reactiva para conocer el resultado de la medición.

Corriente eléctrica

Paul Dastoor, líder de la investigación, destacó que el test utiliza una enzima natural, la glucosa oxidasa, además de un potente sensor para detectar las concentraciones de glucosa en saliva. La reacción producida cuando ésta interactúa con el compuesto orgánico genera una débil corriente eléctrica.

Una vez que son medidas estas señales, desvelan los niveles de glucosa de forma muy precisa. Los datos podrán ser compartidos y almacenados mediante una aplicación para smartphones. Según los expertos, esta tecnología serviría para medir 130 indicadores como marcadores tumorales, hormonales y alérgenos, "lo que significa que será ampliamente aplicable para detectar una variedad de sustancias que identifican una serie de enfermedades". Por ello, ya están colaborando con la Universidad de Harvard para desarrollar un test no invasivo para detectar el coronavirus.

Para 2023

Este proyecto ha recibido un financiamiento estatal de unos 4,6 millones de dólares (alrededor de 3,9 millones de euros) para establecer la primera fábrica del dispositivo, cuya construcción comenzará en los próximos meses. Una vez que la prueba se ponga al alcance de los ciudadanos, las primeras estimaciones señalan que el primer lote comercial estará listo para 2023.