CORONAVIRUS

Primer caso de parálisis de Bell tras cada dosis de Pfizer

Un hombre de 61 años con factores de riesgo se vio afectado por una parálisis facial después de recibir esta vacuna. Ya se encuentra prácticamente recuperado.

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Primer caso de parálisis de Bell tras cada dosis de Pfizer
LOIC VENANCE AFP

Un nuevo efecto secundario asociado a las vacunas contra el coronavirus ha sido detectado. Se trata de un extraño fenómeno que provoca parálisis facial. Esta dolencia, conocida como parálisis de Bell, es un trastorno del nervio que controla el movimiento de los músculos de la cara. El primer caso tras las dos dosis ha sido identificado en un paciente que había recibido la pauta completa de Pfizer.

La persona afectada es un hombre de 61 años que ya se encuentra prácticamente recuperado. Su caso ha sido publicado en la revista médica BMJ Case Reports, donde se detallan los efectos que sufrió este paciente después de haber recibido las inyecciones del fármaco desarrollado por Pfizer y BionTech.

Factores de riesgo

En concreto, la parálisis de Bell está relacionada con la inflamación e hinchazón del nervio facial por la acumulación de líquido (edema) causado por un virus, como explica Telecinco. Los expertos consideran que la aparición de esta dolencia podría estar asociada a la respuesta inmune del organismo tras recibir la vacuna contra la COVID-19.

Asimismo, los científicos detallan que existe una serie de factores de riesgo que podrían facilitar su aparición, como el embarazo o contar con enfermedades de las vías respiratorias superiores, diabetes, hipertensión, obesidad o preeclampsia. El hecho de que el hombre afectado padeciese con varios de estos factores avala esta teoría.

Afectado tras cada dosis

Según detalla el texto publicado en BMJ Case Reports, este individuo se vio afectado por la parálisis facial tras vacunarse. Exactamente en el lado derecho de la cara cinco horas después de haber recibido la primera dosis de Pfizer y dos días después de recibir la segunda en la parte izquierda del rostro. En este último caso los efectos fueron más graves e incluyeron, entre otros aspectos, dificultad para tragar e incapacidad para cerrar completamente su ojo izquierdo.

Por ello, los autores de este trabajo consideran que existe una relación entre la inyección y la aparición de esta dolencia: “La ocurrencia de los episodios inmediatamente después de cada dosis de la vacuna sugiere fuertemente que la parálisis de Bell se atribuyó a la vacuna de Pfizer-BioNTech, aunque no se puede establecer una relación causal”.