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Deportada por reírse del confinamiento

Australia deporta a la polémica comentarista británica Katie Hopkins por mofarse del confinamiento al que el país obliga a someterse a nuevos viajeros.

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Deportada por reírse del confinamiento
PHIL NOBLE REUTERS

Australia deportará a la polémica comentarista británica Katie Hopkins por burlarse de la medida de cuarentena impuesta contra la COVID-19 en el país, que registra desde mediados de junio un rebrote con la variante delta. La comentarista publicó el sábado un vídeo (ya eliminado) en el que se mofaba de las medidas que Australia ha establecido para combatir el coronavirus.

La comentarista se encontraba en un confinamiento de dos semanas obligatorio mientras esperaba a participar en la siguiente edición del programa “Big Brother” (Gran Hermano) cuando calificó a las medidas de Australia como “fraude”.

Además, Hopkins, que había recibido un visado especial para entrar a Australia, amenazó con abrir la puerta de su habitación del centro habilitado a las cuarentenas obligatorias sin respetar las medidas de seguridad, “desnuda y sin mascarilla”, según las declaraciones recogidas por la Deutsche Welle del vídeo ya eliminado. Por esta razón, la ministra australiana de Interior, Karen Andrews, canceló el visado de la comentarista y calificó como “inaceptable'' el comportamiento y declaraciones de la comentarista.

Deutsche Welle afirma que las personas en cuarentena no pueden abrir las puertas de sus habitaciones de hotel hasta 30 segundos después de que se hayan entregado sus comidas, y se les exige que usen máscaras mientras sus puertas estén abiertas, protocolo que Hopkins dijo que desobedecería. "Claramente, ella no es alguien a quien queramos mantener en este país por un segundo más de lo necesario. "La sacaremos del país tan pronto como sea posible", dijo Andrews a la emisora pública ABC.

Situación en Australia

Australia proporcionó el visado especial a Hopkins a pesar de que este país redujo a 3.000 el tope de las entradas semanales desde el exterior y aún tiene pendiente repatriar a más de 34.000 residentes y ciudadanos australianos.

La situación de Australia respecto a la COVID-19 no es la mejor, por lo que el país tiene confinada a la ciudad de Sidney y otras regiones hasta el próximo 30 de julio. Al mismo tiempo, el estado de Victoria planea extender las medidas todavía más.