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CORONAVIRUS

“La pandemia está fuera de control, con las vacunas no sirve”

El epidemiólogo Quique Bassat avisa de que "si lo fiamos todo a la vacunación, seguiremos yendo por detrás del virus", como se ha visto en Gran Bretaña.

GRAFCVA6928. VALENCIA, 05/07/2021.- La Universitat de València ha comenzado a vacunar esta semana a los más de 2.050 alumnos que participarán en programas de movilidad y de prácticas internacionales durante el próximo curso 2021-2022 y que empezarán sus clases antes de octubre.EFE/ Ana Escobar
Ana EscobarEFE

La incidencia acumulada a 14 días sigue en aumento cada día. Así, pese a que la campaña de vacunación avanza a buen ritmo, el epidemiólogo Quique Bassat asegura que “debemos preocuparnos” por el incremento de estos indicadores y avisa de que “si no hacemos algo más que las vacunas, seguiremos empeorando”.

“Es cierto que la trascendencia clínica de los miles de casos que estamos viendo a diario es mucho menor que en olas previas, pero no quita que estemos en una situación de altísimo riesgo, con unas cifras disparadas y con una pandemia absolutamente fuera de control”, ha advertido este miércoles durante una entrevista en ‘Herrera en COPE’. En esta línea, señala que lo más alarmante es “la velocidad a la que estamos subiendo” y que nos acercamos “a los peores registros durante la totalidad de la pandemia”.

Desescalada demasiado rápida

Bassat considera que la situación epidemiológica en la que nos encontramos es el resultado de la “combinación de múltiples factores”. Por un lado, el experto explica que, aunque el ritmo de vacunación es “muy bueno”, ha quedado demostrado que eso “no es suficiente porque tenemos una variante mucho más infecciosa que las que nos hemos enfrentado en el pasado”. Además, critica que “hemos sido muy flexibles a la hora de ir desescalando las medidas de prevención. De hecho, las hemos liberalizado muy ágilmente, y eso no ha sido bueno”.

Por otra parte, indica que el escenario actual se debe al aumento de contagios entre los jóvenes, que “ahora mismo concentran, sobre todos los de 15 a 29 años, la gran mayoría de las nuevas infecciones”, algo que se debe a tres factores: “No están vacunados, tienen mayores actitudes de riesgo y son los que tienen menor recepción de miedo al virus porque saben que muchas de sus infecciones no serán clínicas”. “La combinación de estas tres cosas es el cóctel perfecto para esta explosión de casos que estamos viendo”, concluye.

Sería un error depender solo de las vacunas

El epidemiólogo reconoce que las vacunas tienen “eficacias altísimas” y nos protegen de enfermar grave: “Eso es lo fundamental”. Sin embargo, advierte de que no son infalibles, con lo que “a pesar de estar adecuadamente vacunados, podemos infectarnos e infectar a quienes nos rodean si no nos cuidamos”. Por ello, apunta que “si lo fiamos todo a la vacunación, seguiremos yendo por detrás del virus”, tal y como se ha visto en países como Gran Bretaña e Israel: “Están más avanzados que nosotros y nos demuestran que, a pesar de tener un porcentaje muy amplio de la población vacunada, no estamos teniendo esa inmunidad de rebaño de la que tanto se ha hablado”.

De hecho, sugiere que “probablemente no lleguemos a alcanzar la inmunidad de rebaño”. “En países como Israel, el 85% de la población ya está vacunada y de sobra han pasado el nivel del 70% que se había establecido como el potencial para esa inmunidad de rebaño. Estamos viendo que el resto de personas no vacunadas no están bien protegidas, y por lo tanto por culpa de estas variantes más infecciosas, esa inmunidad de rebaño queda más lejos, necesita un porcentaje de la población vacunada más alta”, argumenta.

En esta línea, destaca que, además de seguir vacunando, es necesario “dar marcha atrás en cuanto a las restricciones, empezar a establecer medidas que limiten la posibilidad de grandes aglomeraciones, de grandes grupos de personas que se reúnan sin medidas de control, restablecer algún tipo de toque de queda en aquellas provincias que están peor”. “No tenemos más remedio que volver a algún tipo de restricción de movimiento y el toque de queda ha demostrado que funcionaba bien”, añade. Aun así, augura que nos espera “un verano movidito y seguiremos teniendo muchos casos hasta que las restricciones empiecen a hacer su efecto. Las próximas dos semanas serán críticas para ver si seguimos de subida o empezamos a bajar”.