Un equipo del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra del CSIC ha conseguido un avance en la lucha contra el cáncer, que es una de las enfermedades más mortífera en humanos, solo en 2018 murieron casi 10 millones de personas en el mundo a causa de esta patología.

Los científicos del CSIC han descubierto que algunos quimioterapéuticos podrían ser eficaces para tartar el avance de los tumores ante la falta de oxígeno, denominada como hipoxia, que es uno de los procesos más relevantes en la malignización tumoral. 

¿Qué es la hipoxia tumoral?

La hipoxia es un fenómeno muy común en el desarrollo de un tumor. Se trata de una falta de oxígeno que se produce como consecuencia del crecimiento acelerado del tumor. Cuando la masa del tumor supera un determinado tamaño, aparecen zonas de baja concentración de oxígeno en la parte interna del mismo. 

El hecho de que el tumor se adapte a la falta de oxígeno está relacionado con la supervivencia del mismo a través de la adaptación del metabolismo. Por lo tanto, el crecimiento tumoral, la migración y la metástasis están relacionadas con la falta de oxígeno, por lo que es fundamental hallar terapias o tratamientos que bloqueen la hipoxia tumoral. 

Quimioterapéuticos que contrarrestan la hipoxia 

Según un estudio publicado en Redox Biology, algunos quimioterapéuticos son capaces e inhibir la proteína Parp-1 y así bloquear la respuesta del tumor ante la hipoxia que produce el complejo proteico Hif-1a, que es el elemento principal en la aparición de células cancerosas que se extienden. 

Javier Oliver, investigador del CSIC, asegura que con este descubrimiento proponen "el uso de inhibidores ya aprobados en clínica para ciertos tipos tumorales podría expandirse a otros nuevos, ampliando los beneficios que dichos inhibidores podrían presentar en la clínica".