Los rodapiés se utilizan para esconder errores de construcción. Paredes que no están rectas, suelos que no casan a la perfección, esquinas pésimamente construidas, niveles que se alcanzan… Son más que un elemento decorativo que lo que sirve es para aislar, proteger y dar unanimidad a una estancia.

Hay radapiés en casi todas las estancia de las casa, salvo en cocina y cuartos de baño, trasteros, garajes… en la gran mayoría de los casos. ¿Por qué? No sólo es un detalle estético, que permite cambiar texturas, colores, materiales, sino también evitarnos conocer si las baldosas llegan a la pared, o no. Si hay juntas que no se han tapado, y es posible que hasta puedas meter cables en su interior, muy finos.

Los múltiples usos del rodapiés

Son, sobre todo, un elemento decorativo pero muy funcional: proteger y unificar decoración, evitando ver lo menos deseable. Hay paredes que no llegan bien al suelo, hay suelos que no llegan bien a las paredes, y no olvides la famosa frase que dicen todos los obreros cada vez que hay que hacer algo en casa, “la casa se mueve, se está asentando”, sí, incluso 20 años después.

También son un elemento de protección. Puedes fregar el suelo del salón, escaleras, habitaciones sin tocar las paredes ni estropearlas. Una manera de proteger esas estancias. Es por ese mismo motivo porque el que en la cocina no suele haber rodapiés, porque van alicatadas, o los cuartos de baño, donde los azulejos son los protagonistas igualmente y no se estropean cuando limpias con los diferentes productos.

Además, el hecho de tener un rodapié en las diferentes estancias hará que la suciedad no se acumule en los sitios de más difícil acceso. Aunque también será el lugar donde se esconderán las hormigas y otros bichos, pero ese es otro tema.