Mientras el mundo del arte atraviesa una situación muy delicada, agravada por la crisis económica y sanitaria derivada de la pandemia, Salvatore Garau ha logrado lo que parecía imposible: vender el vacío. Este artista italiano de 67 años ha subastado una escultura invisible por la que alguien ha pagado 15.000 euros (18.300 dólares). Su precio inicial era de 6.000 a 9.000 euros, pero, tras varias pujas, se adjudicó por esta elevada cantidad.

La obra, bautizada como 'Io sono' (Yo soy), es una escultura inmaterial, es decir, que no existe, o que, si lo hace, es en la mente de su creador. Estas características han provocado que muchos escépticos criticaran esta curiosa creación, pero Garau se defiende argumentando que no ha vendido una nada, sino un vacío: “El vacío no es más que un espacio lleno de energía, y aunque lo vaciemos y no quede nada, según el principio de incertidumbre de Heisenberg, ese nada tiene un peso. Por tanto, tiene energía que se condensa y se transforma en partículas, es decir, en nosotros”.

“Cuando decido ‘exhibir’ una escultura inmaterial en un espacio dado, ese espacio concentrará cierta cantidad y densidad de pensamientos en un punto preciso, creando una escultura que desde mi título solo tomará las formas más variadas. Después de todo, ¿no le damos forma a un Dios que nunca hemos visto?”, añade. Por ello, el artista señala que su obra no pude colocarse en cualquier sitio, sino que deberá estar situada en un espacio libre de obstrucciones, de unos 150x150 cm. La iluminación especial y el control del clima en ese espacio son opcionales, ya que no se puede ver la pieza de ninguna manera. Estas instrucciones irán detalladas en el certificado de garantía, firmado y sellado por el artista, que recibirá el comprador.

Otras obras invisibles

Este mes de mayo de 2021 puede ser recordado en la historia de las obras de arte en formato NFT (token no fungible), ya que este viernes el artista presenta en Nueva York otra obra invisible con la ayuda del Instituto Cultural Italiano. Se trata de ‘Afrodita Piange’ (Afrodita llora), una escultura inmaterial que, supuestamente, descansa sobre un círculo dibujado en el suelo, que será lo único visible. Con estas creaciones, el propio Garau estima que ha iniciado “una nueva pequeña, auténtica, revolución”.

Su primera escultura invisible fue ‘Buda en contemplación’, colocada en la Piazza della Scala, en Milán, exactamente a 25 metros de la entrada a la Gallerie d'Italia, el recinto de exposiciones de Intesa San Paolo, donde, entre otras cosas, se encuentra un gran lienzo de Garau.