"En algún momento de agosto no tendremos virus circulando en el Reino Unido", ha afirmado Clive Dix, jefe saliente del grupo de trabajo de vacunas del país, situando la fecha en la que podrán estar libres de COVID-19. Contrasta con los objetivos de la Unión Europea o de países como España, que para entonces persiguen tener vacunados a, al menos, el 70% de la población.

Dix fue nombrado líder interino en diciembre y renunció a su cargo esta pasada semana. A pesar de ello, todo dentro de una entrevista concedida al Daily Telegraph, ha añadido también que de cara a finales de año se está trabajando en un programa de refuerzo de la vacuna. No obstante, este podría retrasarse hasta principios de 2022.

El gobierno británico estaría analizando qué vacunas, de todas las que hay en circulación, son las que mejor se adaptan o las que mejor podrían funcionar con esa misión, la de servir de refuerzo para las personas más vulnerables.

Planes avanzados de vacunación con respecto al resto

Reino Unido ha ido desde el principio un paso por delante en cuanto a la vacunación, por lo que sus objetivos y sus metas son bien distintas a las del resto de países. Para julio, por ejemplo, Dix es optimista: “Probablemente habremos protegido a la población de todas las variantes que se conocen”.

Espera que todos en Reino Unido hayan sido vacunados al menos una vez para entonces, y de momento van por buen camino. Han administrado más de 51 millones de vacunas y son el segundo país que más rápido ha administrado la primera dosis en al menos la mitad de su población adulta.

El Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) está conforme con los bajos niveles de infección por coronavirus en Gran Bretaña, y también está satisfecho con la disponibilidad del resto de vacunas no producidas por ellos como las de Pfizer y Moderna (al margen de la de Oxford y AstraZeneca que sí es suya).