Pagan 460 euros por un menú en un avión sin volar
La aerolínea All Nippon Airways ofreció comidas de lujo a bordo de un Boeing 777, con alimentos como foie gras, mousse de cangrejo y filete de res wagyu.
La industria mundial de las aerolíneas se ha visto gravemente perjudicada por la pandemia de COVID-19, pues los vuelos se paralizaron durante mucho tiempo y todavía siguen muy restringidos. Ante este panorama, las compañías están desarrollando estrategias para dar un nuevo y original uso a los aviones.
En este sentido, All Nippon Airways (ANA), que entre los meses de abril y diciembre de 2020 perdió unos 2.500 millones de euros por culpa de la crisis sanitaria, puso en marcha un “restaurante con alas” en el que por 460 euros los comensales podían degustar foie gras, mousse de cangrejo y filete de res wagyu, entre otros deliciosos platos, en un avión de la aerolínea. Un menú hasta ahora reservado para los viajeros de primera clase o business en vuelos internacionales. La oferta solo estuvo activa durante el miércoles, pero la demanda fue tan elevada que esperan repetir la experiencia.
Réplica de un embarque real
La experiencia trataba de emular algo que hasta ahora era tan habitual como subirse a un avión. Para ello, ofreció a sus “pasajeros” una cena a bordo de un Boeing 777 en el aeropuerto de Haneda de Tokio, con billetes que imitaban tarjetas de embarque para que la simulación fuera lo más real posible, solo que sin tener que abrocharse el cinturón.
Solo 60 personas afortunadas pudieron entrar al avión con el objetivo de que pudieran mantener la distancia de seguridad para respetar las medidas contra la pandemia. Pero quienes se quedaron con las ganas puede que tengan otra oportunidad. A pesar del elevado precio, 59.800 yens (460 euros) por una comida en primera clase y 29.800 yens (229 euros) por estar en clase de negocios, todos los billetes se vendieron en un día, según declaró una portavoz de la compañía a AFP. Por ello, la aerolínea prevé abrir su “restaurante con alas” en otras once fechas. Y no descartan convertirlo en algo permanente si las restricciones por el virus no se endurecen.
Comida a bordo, una estrategia extendida
ANA no ha sido la primera aerolínea que ha convertido sus aviones en restaurantes. En octubre, Singapore Airlines ofreció a los comensales la oportunidad de almorzar en un Airbus A380 estacionado en el principal aeropuerto de la ciudad. A pesar que había que pagar cerca de 450 euros, las dos primeras fechas se agotaron en media hora.
Por su parte, British Airways también puso a disposición su menú de primera clase a través de su socio de catering DO & Co la semana pasada, aunque estas comidas solo son para entrega a domicilio. Hay una opción de cuatro kits de comida para cocinar en casa diferentes, cada uno para dos personas y a partir de 94 euros.
Australia, en cambio, está llevando a cabo una estrategia diferente para fomentar la recuperación de las aerolíneas. El Gobierno lanzó su paquete de 1.000 millones de euros destinado para fomentar los vuelos nacionales, según recoge la BBC. El plan reducirá a la mitad el precio de casi 800.000 billetes de avión y estará vigente hasta finales de julio. Asimismo, el organismo mundial de la industria de las aerolíneas, IATA, anunció el miércoles que se lanzará un pase de viaje digital para los resultados de la prueba COVID-19 y los certificados de vacuna en la plataforma de Apple a mediados de abril. “La aplicación sólo logrará su éxito una vez que las aerolíneas, los diferentes países y los aeropuertos la adopten”, aseguró un portavoz de la IATA.