Queda menos de una semana para que comience la campaña de la Renta, durante la que deberemos presentar la declaración correspondiente al ejercicio 2020, un año marcado por el estallido de la pandemia de COVID-19 y, en consecuencia, por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) a los que quedaron sujetos cerca de 3.500.000 contribuyentes. Se trata de una medida flexibilizadora que pretende ayudar a las empresas durante la crisis sanitaria y económica.

Así, mientras esté vigente el ERTE, las compañías pueden suspender uno o varios contratos de trabajo durante un tiempo determinado para quedar exentos de pagar a estos empleados. Mientras dura esta suspensión, las personas afectadas continúan vinculadas a la empresa, pero, por lo general, no cobran, no generan derecho a pagas extra ni vacaciones. De esta forma, se han evitado muchos despidos, pero también se producirán cambios a hora de hacer la declaración de la Renta.

De hecho, la Agencia Tributaria (AEAT) publicó la semana pasada una nota para informar a los trabajadores afectados por el ERTE sobre cómo deben declarar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En el documento, el organismo señala que este colectivo puede enfrentarse a dos problemas principales:

- Posibilidad de resultar obligados a presentar declaración al contar con dos pagadores, su empleador y el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

- Haber recibido abonos del SEPE no procedentes (cobro de una percepción distinta de la que les corresponde).

Puede salir a pagar

El SEPE no está obligado a aplicar retenciones del IRPF a los trabajadores en ERTE si los importes son inferiores a 14.000 euros, salvo que el contribuyente lo solicite. Esto significa que la declaración de la Renta puede salir a ingresar si la retención ha sido más baja de lo que correspondía, ya que el impuesto grava la suma de todos los rendimientos. Por ello, el Ministerio de Hacienda lleva meses recordando a las personas sujetas al ERTE que soliciten al SEPE esta retención o a sus empresas que les aplicaran una retención mayor para evitar imprevistos en la declaración.

Es posible fraccionar el pago en seis meses

No obstante, quienes tengan que abonar dinero tras presentar la declaración de la Renta podrán fraccionar el pago en seis meses. La Agencia Tributaria también está enviando cartas informativas a los contribuyentes afectados por el ERTE para informarles de esta situación. El primer pago será el 20 de julio y el último el 20 de diciembre, según informa El País. Hasta el momento, se podía dividir el en dos: el 60% inicial al acabar la campaña de renta y el 40% a principios de noviembre. La nueva modalidad será aprobada en los próximos días mediante una orden ministerial.

Habrá más de 300.000 nuevos declarantes

El dinero que reciben los trabajadores sujetos al ERTE tributa como rendimientos del trabajo, pero la AEAT considera que el SEPE es un pagador distinto al empleador, lo que afecta notablemente a la declaración de la Renta. La ley exime de presentar la declaración cuando los rendimientos del trabajo son inferiores a los 22.000 euros si proceden de único pagador. En cambio,el contribuyente que tiene dos o más pagadores debe presentar la declaración de la rentasi sus rendimientos de trabajo superan los 14.000 euros y la cantidad pagada por el segundo pagador supera los 1.500 euros.

Por este motivo, y al ser el SEPE considerado como un segundo pagador, la AEAT estima que este año habrá unos 327.000 nuevos declarantes por cumplir con estos requisitos.