Alarma sanitaria en el mundo de los caballos. La preocupación en los centros hípicos españoles es máxima, teniendo que paralizar su actividad, porque se ha extendido poco a poco un virus en los caballos, causando contagios o muertes. Se trata de la rinoneumonitis, por culpa de un herpesvirus, transmisible por contacto físico y por el aire mediante aerosoles. Aunque la vacuna existe, es una cepa especialmente agresiva.

Los datos han sido alarmantes. 114 caballos ya se han infectado del virus y unos siete han perdido la vida. Hasta seis comunidades autónomas españolas han tenido algún caso contagioso, habiendo en Cataluña 14 positivos y un sacrificado. Se tratan de Madrid, Andalucía, Cantabria, País Vasco, Comunidad Valenciana y la mencionada Cataluña.

La enfermedad provoca resfriados, fiebre, mucosidad, incluso abortos en yeguas gestantes o la muerte en casos más graves. Además, preocupan las afectaciones neurológicas, que han crecido un 20% y se manifiestan en una inflamación del sistema nervioso, descoordinación y falta de fuerza. Los caballos acaban postrados, sin ánimos ni fuerzas.

Paralización de competiciones y aumento de precauciones

Esta expansión del virus no es solo cosa de España, ha afectado a nivel europeo paralizando toda la competición. Se han prohibido transportes, se han detenido las salidas al campo y excursiones, y toda la actividad equina ha quedado en suspensión, con unas pérdidas de ingresos de casi la mitad de lo estimado.

Por ello, los centros de hípica han tenido que extremar al máximo las precauciones, desinfectar cuadras, impedir la salida y entrada de los caballos, confinados, para evitar la propagación de la enfermedad. Como con el coronavirus, varias semanas de aislamiento. Hasta diez países han parado sus competiciones durante el mes de marzo, en el caso de España según la decisión tomada de manera conjunta por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), la Real Federación Hípica Española (RFHE) y la Federación Ecuestre Internacional (FEI).

Finalmente, parece que lo peor ha pasado y que el brote está más controlado. De hecho, la Real Federación hípica Española tiene la intención de acabar con la suspensión ya próximamente para reanudar la actividad, puesto que oficialmente se puso como fecha límite el 28 de marzo para la paralización de las competiciones.

Origen del virus y posibles consecuencias

El origen de este brote fue en Valencia, en el Centro Escuela de Saltos (CES) de Godella, durante un concurso internacional celebrado el pasado 21 de febrero. Desde entonces, los contagios se multiplicaron y sólo en la Comunidad Valenciana hubo tres instalaciones más afectadas. Los caballos presentes en este concurso sin síntomas fueron confinados y sometidos a vigilancia.

Estas infecciones clínicas suponen una de las principales causas de aborto en caballos. En el caso del brote que se está produciendo ahora, los síntomas suelen ser de carácter neurológico. Los caballos empiezan presentando una mieloencefalitis, que puede provocar desde tambaleo hasta una parálisis, y puede terminar con una indisposición total que obliga a sacrificarlos a las 48 horas. En casos leves es tratable.