Guerra de precios en los productos básicos de la pandemia
La fundación CIVIO ha publicado una investigación que revela el notable aumento de los precios de mascarillas, geles hidroalcohólicos o test de antígenos.
La pandemia de COVID-19 pilló a España desprevenida, y al resto del mundo. Como consecuencia, se produjo un tremendo abastecimiento mundial de material adecuado para luchar contra ella. Los países buscaban exasperados mascarillas o gel hidroalcohólico y muchos encontraron en esta desesperación un suculento negocio. Conforme la crisis sanitaria se agravaba, el precio de los productos básicos para evitar contagios aumentaba de manera escandalosa.
“Si tuviera que poner un titular a esta situación sería ‘Manos arriba, esto es un atraco’”, manifestó esta semana en una entrevista con RTVE el periodista Jesús Soria, experto en consumo, tras conocer “los datos significativos” revelados por una investigación de la fundación CIVIO en la que analizaba más de 800 contratos de las distintas Administraciones en las compras de estos productos, de los cuales todos vieron incrementado su precio.
Mascarillas FFP2
Dentro de las mascarillas que usamos para frenar la transmisión del virus, las FFP2 son de las más extendidas por la elevada protección que ofrecen, superior al 90%. Asimismo, son también de las más caras que hay en el mercado. Especialmente al principio de la pandemia. En febrero, Tenerife y Cantabria compraron este tipo de mascarillas por 1,40 euros y 80 céntimos la unidad, respectivamente.
Sin embargo, en marzo los precios se dispararon con el empeoramiento de la situación epidemiológica del país. El Ministerio de Sanidad llegó pagar más de 2 euros por mascarilla, Mérida más de 6 euros y un departamento concreto de la Comunidad Valenciana tuvo que abonar hasta 8 euros en abril. A partir de octubre los precios se abarataron y las FFP2 se podían comprar por menos de un euro. En concreto, el Sanidad pagó 25 céntimos por mascarilla, el precio más recogido por Civio.
En conclusión, el precio de las FFP2 llegó a variar entre los 25 céntimos y los 8 euros, “una subida del 3.200% en manos de los especuladores que han ido cambiando los precios según les ha venido en gana”, denuncia Soria.
Mascarillas quirúrgicas
A diferencia de otros países europeos, en España el Gobierno recomienda usar las mascarillas quirúrgicas porque son las que mayor capacidad de filtrado tiene hacia fuera, es decir, son las que evitan que una persona contagiada pueda transmitir el virus. El incremento de su precio también fue notable. Cantabria y Tenerife, que se adelantaron en la compra de todo tipo de mascarillas, llegaron a pagar 4 o 5 céntimos en marzo, mientras que Sanidad pagó aún menos, solo 2 céntimos. Cuando se complicó el escenario epidemiológico se complicó, Sanidad llegó a pagar 50 céntimos y Cataluña tuvo que abonar cerca de 1,82 euros por mascarilla.
Test de antígenos
Una de las mayores novedades que aparecieron con el transcurso de la pandemia fueron los test de antígenos, eficaces para detectar el virus en personas sintomáticos. En este caso, los precios también han evolucionado entre 5 y 6 euros, aunque ha habido algún momento en el que el Ministerio de Sanidad ha llegado a pagar 21,50 euros por cada prueba de la marca Bioeasy, debido a los componentes que contenían, según Soria. Sin embargo, desde que se aprobaron los test de Abbot en septiembre, la compañía los vende siempre a 4,5 euros.
Gel hidroalcohólico
Las mayores diferencias, no obstante, se encuentran en los geles hidroalcohólicos, una de las mayores herramientas para luchas contra la COVID-19 dada la importancia de la higiene de manos. El periodista considera que la subida de precio que sufrió este producto fue “una absoluta barbaridad”. La Comunidad de Madrid llegó a comprar un bore de 100 ml por 4 cuatro euros, 40 euros el litro, mientras que Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya compró el mismo formato a 28,6 euros el litro menos de un mes después. Otras regiones aún encontraron ganas mayores, como la Comunidad valenciana, que pagó 1,4 euros el litro en marzo.
“Está claro que en muchas cosas dependiendo del suministrador de la persona o la empresa de hacía un precio u otro. Ha habido un absoluto descontrol y las administraciones lo han pasado realmente mal porque se estaban manejando en un asunto sobre el que no tenían ninguna información y dependían de especuladores que, a su vez, dependían de otros especuladores normalmente de China”, lamenta Soria.
Guantes
Otro de los productos muy usados al comienzo de la pandemia fueron los guantes de goma, especialmente para ir a comprar. Algunas Administraciones llegaron a pagar 35 céntimos cada pareja, mientras que a otras les costaba 2 céntimos.