El Everest se prepara ya para recibir a sus próximos turistas. La llegada de la primavera ha provocado que Nepal, como cada nueva temporada, haya comenzado a tramitar ya los permisos necesarios con la intención de inaugurar un nuevo añado de escalada en la montaña más alta del mundo. Ante esta petición, el Departamento de Turismo del país también ha anunciado una serie de nuevas reglas a tener en cuenta para aquellos que se atrevan a visitar la zonas este 2021.

Entre todas las nuevas normativas, tampoco ha faltado la polémica. Y es que el Departamento, que se encarga de regular la presencia de expediciones en las zonas montañosas de la cordillera, ha anunciado que es necesario tener un permiso especial para poder sacar fotografías al Everest. Un permiso que recae para aquellas instantáneas de uso comercial y en las cuales aparezcan miembros que no pertenezcan a una única expedición.

¿Qué quiere decir esto? Pues, por ejemplo, que fotografías como la que se hizo tan viral en 2019 no se podrían utilizar. De hecho, su uso podría acarrear una fuerte multa para su autor. La instantánea de hace dos años muestra la gran masificación de personas en el Everest, con una larga cola de alpinistas para llevar al punto más alto de la montaña.

Permiten la presencia de gente sin experiencia

Al margen de esta normativa sobre las fotografías, otra de las polémicas más sonadas ha sido la falta de una normativa que regule la presencia de alpinistas sin experiencia. Una práctica que ha sido mucho más habitual en los últimos años y que supone un gran peligro, tanto para estas personas como para aquellos profesionales que intentar llegar hasta la cima. De hecho, no es la primera vez que se encuentran a gente dispersa por la montaña, claramente sin la forma física necesaria para la práctica de esta actividad.

Lo cierto es que la pandemia del coronavirus ha tenido su peso en esta decisión. La propuesta de pedir un ‘currículum de alpinismo’ ha sido rechazado, con la intención de que este 2021 traiga consigo una mínima recuperación económica. Al menos, unos ingresos mayores a los del año de la pandemia de la COVID-19 que prácticamente fueron nuevos. En 2019, Nepal recaudó en torno a unos 3,5 millones de euros en permisos para escalar sus montañas.

La recogida de basura, otro problema sin solución

Entre otras normativas que faltan, destacan la inexistencia de medidas sanitarias para llegar hasta la zona de montañas. Eso sí, para entrar al país siguen vigentes una serie de normas, aplicadas de manera diferente en función del país de origen. Tampoco se nombra la recogida de basura en las zonas más altas del Everest, un problema para el alpinismo que se ha incrementado mayor en los últimos años.