El secreto de la computadora más antigua del mundo
El artefacto fue encontrado en Grecia hace más de un siglo, entre los restos de un naufragio de la época romana. Es el mecanismo de Anticitera.
Hace más de un siglo, se encontró en Grecia un artefacto u objeto extraño, junto a restos de un naufragio con fecha de la época romana, hace unos 2.000 años. El utensilio estaba incompleto, y solo quedaba un tercio de un complejo sistema de engranajes que funcionaba manualmente y tenía algunas inscripciones. Es lo que se denominó “mecanismo de Anticitera”.
Los científicos quedaron desconcertados, porque nunca habían visto nada así, y consideraron que podían estar ante la “computadora” más antigua del mundo. Su funcionamiento y su origen, todo un misterio. Con los años la han ido reconstruyendo y recreando, sobre todo la parte posterior, manteniendo intacta esa incertidumbre con respecto a la parte delantera encontrada.
Al final, la parte restante que faltaba para completar la pieza ya ha sido recreada también, esencial para comprender del todo cómo se usaba. Así, los científicos de la University College London (UCL) creen haber encontrado la solución, gracias a sus modelos informáticos en 3D.
¿Para qué servía realmente la computadora?
Con todas las partes de la computadora recreadas y encajadas, la idea es construir una réplica a gran escala ya con materiales más modernos. De momento, este pasado viernes estos científicos publicaron en Scientific Reports un artículo en el que explican el sistema de engranajes.
La conclusión a la que han llegado es que era utilizada para predecir los eclipses y otros acontecimientos relacionados con la astronomía. Podría ser como una calculadora astronómica, la primera computadora analógica, accionada manualmente. Está compuesta de una gran ingeniería de engranajes, decenas, y es de bronce.
Solo se encontró un tercio del artefacto, unos 82 fragmentos permanecieron intactos, y el resto ha tenido que ser reconstruido con datos de rayos X y un método matemático de la antigua Grecia. Lo que sí se ha podido constatar es que en la parte posterior se puede observar como una descripción del cosmos, en la que se ve el movimiento de los cinco planetas que se conocían en aquel momento.
Hallado en las aguas de una isla griega
Una tormenta cerca de la rocosa isla griega de Anticitera hace más de un siglo obligó a un equipo de buscadores de esponjas marinas a refugiarse allí. Decidieron, ya que estaban allí, bajar al fondo del mar a buscar, y encontraron restos de una galera romana que naufragó hace 2.000 años, cuando el Imperio romano estaba en proceso de colonización por el Mediterráneo.
Y allí encontraron un tesoro griego inmenso, y entre todos los objetos y estatuas estaba el mecanismo de Anticitera, como se le llamado. Derek J. de Solla Price, físico inglés y padre de la cienciometría, fue el primero en examinar con detalle los 82 fragmentos, allá por los años 50, y en 1971 se unió el físico nuclear griego Charalampos Karakalos para tomar imágenes con rayos X y gamma.
Así fue como descubrieron que había dentro 27 ruedas de engranaje y su complejo sistema. Algunos de los restos encontrados databan aproximadamente de los años 70 a 50 a.C, pero este utensilio parecía más moderno, por lo que podría haber caído por casualidad en el mismo sitio. Entonces encontraron dos números, el 127 y el 235, contando los dientes de las ruedas, dos números muy importantes en la antigua Grecia. El primero podría deberse a las revoluciones de la Luna alrededor de la Tierra y el segundo a los meses lunares. Después se encontró el 223, las lunas que hay tras un eclipse. Por tanto, podría predecir eclipses, toda una revolución para la época.