En las últimas horas, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado el uso de emergencia de la vacuna desarrollada por Johnson & Johnson. Esto supone un paso más para su posterior aprobación por la entidad encargada de hacer lo propio para la Unión Europea, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

"La autorización de esta vacuna amplía la disponibilidad de vacunas, el mejor método de prevención médica para la COVID-19, nos ayuda en la lucha contra esta pandemia", ha declarado el comisionado interino de la FDA, Janet Woodcock. A su vez, el organismo estadounidense ha publicado un informe detallando la eficacia y los efectos secundarios de la vacuna, que se administra con una única dosis, a diferencia del resto de las ya aprobadas.

Los menores de 60 años, los más afectados

Según dicho documento, recogido por Redacción médica, se han detectado una serie de efectos secundarios tras en el ensayo llevado a cabo en personas mayores de 18 años. Así, se pueden diferenciar estos efectos en locales y sistémicos, siendo los menores de 60 años el grupo de edad que más efectos adversos presentan.

Entre las primeras se encuentran el dolor en la zona de la inyección: este fue mayor en el grupo de edad de 18 a 59 años (58,6%) que en el de mayores de 60 (33,3%). De media, esta molestia duró dos días. El siguiente de los efectos, por nivel de aparición, es la presencia de eritemas (trastorno de la piel producido por un exceso de riego sanguíneo) en un 9% de los voluntarios del primer grupo de edad y un 4,6% del segundo.

El tercero de los efectos locales fue la hinchazón, en este caso hasta los tres días después de recibir la dosis de la vacuna de Jonhson & Johnson. Esta estuvo presente en el 7% del grupo entre los 18 y 59 años y en el 2,7% de los mayores de 60 años.

Efectos sistémicos

Además, se señalan otros efectos secundarios catalogados como sistémicos. Entre ellos se encuentran, principalmente, el dolor de cabeza y la fatiga, que aparecen en el grupo de los más jóvenes. El primero de ellos se dio en un 44,4% de los voluntarios del primer grupo y el 30,4% del segundo.

La fatiga, por su parte, hizo aparición en el 43,8% de las personas entre 19 y 59 años y en el 29,7% de los mayores de 60 años. El siguiente de los efectos secundarios por presencia en número de personas es el dolor muscular (39,1% y 24% en los diferentes grupos de edad), las náuseas (15,5% y 8,9%) y fiebre (12,8% y 3,1%). Finalmente, necesitaron un tratamiento con analgésicos el 26,4% de los voluntarios pertenecientes al grupo más joven y el 9,8% de aquellos mayores de 60 años.