Un anticuerpo aislado en 2003, posible 'talón de Aquiles' del coronavirus
Descubren un punto débil del coronavirus gracias a la modificación de un anticuerpo que proporciona una protección completa contra la carga respiratoria, la replicación viral en los pulmones y la patología pulmonar.
En plena situación de emergencia sanitaria, la comunidad científica internacional emplea todo su arsenal y capacidades en el desarrollo de ensayos clínicos para avanzar en el conocimiento sobre los mecanismos biológicos del SARS-CoV-2 con el único objetivo de ofrecer respuestas ya sea en forma de vacunas o tratamientos efectivos. Por ello, no es de extrañar que sea necesario adoptar diferentes enfoques para abordar el problema. Hay quienes se centran en la nueva versión del virus, pero no faltan los investigadores que echan la vista atrás en busca de soluciones.
Tal es el caso de una estudio liderado por Laura Walker, investigadora de la compañía farmacéutica Adimab (Lebanon, EEUU), que ha contado con la participación de expertos de varias instituciones académicas estadounidenses, y que se ha centrado en aislar anticuerpos de las células B de memoria inmunitaria de una persona que sufrió una infección de SARS-CoV en el año 2003. Cambiando la estructura de los anticuerpos, los científicos han creado uno nuevo, bautizado como ADG-2, que resulta efectivo en el modelo animal probado.
“En modelos de ratón inmunocompetentes de SARS y COVID-19, la administración profiláctica de ADG-2 proporcionó una protección completa contra la carga respiratoria, la replicación viral en los pulmones y la patología pulmonar. En conjunto, ADG-2 representa un prometedor candidato terapéutico de amplio espectro contra los sarbecovirus del clado 1”, señalan los investigadores en las conclusiones del trabaja publicado en la prestigiosa revista Science.
“En nuestro trabajo, hemos descrito un anticuerpo que neutraliza el SARS-CoV-2 con una potencia que rivaliza con los nAbs (anticuerpos ampliamente neutralizantes) clínicos actuales del SARS-CoV-2, pero también neutraliza ampliamente otros sarbecovirus del clado 1, activa potentemente funciones efectoras mediadas por Fc y proporciona una protección significativa contra el SARS y la enfermedad COVID-19 en modelos de ratón”, especifican los expertos.
¿El talón de Aquiles?
“De este modo, el ADG-2 representa un candidato prometedor para la prevención y el tratamiento no solo de la COVID-19, sino también de futuras enfermedades respiratorias causadas por esta familia de virus. Además, nuestro mapeo de epítopos y estudios estructurales demuestran que ADG-2 emplea un ángulo de enfoque distinto para reconocer un epítopo altamente conservado que se superpone al sitio de unión del receptor. Este epítopo representa un talón de Aquiles para los sarbecovirus del clado 1 y, por lo tanto, es una diana atractiva para el diseño de vacunas que tienen como objetivo crear anticuerpos similares ampliamente protectores”, concluyen los investigadores.