Las ofertas falsas de la vacuna del COVID-19 llegan a la 'dark web': 500 euros por una dosis
Los anuncios sobre la venta de vacunas en la 'dark web' han subido un 400% desde diciembre hasta enero, así como también ha aumentado el precio.
Las organizaciones criminales han visto en la vacuna contra la COVID-19 un negocio muy suculento. Muchas personas, ansiosas por vacunarse, prefieren pagar grandes sumas de dinero antes que esperar su turno para administrarse el fármaco de forma gratuita. Aquí entran en juego quienes saben sacar partido de esa desesperación. Incluso antes de que estuviera disponible, pusieron a la venta la vacuna en el mercado negro de internet. Y la oferta no ha hecho más que aumentar.
El grupo Check Point Research (CPR) publicó un estudio que revela cómo desde diciembre se promocionaban vacunas contra el coronavirus en la dark web, una parte oculta de internet a la que se accede con un software específico y cuyo contenido está cifrado, lo que ha permitido la proliferación de negocios ilegales y estafas. Pese a los avisos de La Europol y la Unión Europea sobre estos delitos relacionados con el fármaco, en poco más de un mes los anuncios de vacunas han subido un 400% en los marketplaces que fueron analizados para la investigación.
También han experimentado un notable aumento el precio. Si hace un mes los ciberdelincuentes pedían un de media 250 dólares (205 euros) por la supuesta vacuna del coronavirus, ahora el precio se ha cuadruplicado la cifra hasta oscilar entre los 500 y los 1.000 dólares (alrededor de 400 y 800 euros, respectivamente) por una dosis, en algunas ocasiones incluso se supera esa cantidad. Para pagar se utiliza conocida moneda digital bitcoin, difícil de rastrear. Asimismo, los investigadores observaron a un proveedor que ofrecía dosis en grandes cantidades, con precios que se sitúan en 30.000 dólares (24.5000 euros) para 10.000 supuestos viales de la vacuna, suficiente para 5.000 personas, que se mandan en tres o cuatro envíos diferentes.
¿Llega realmente la vacuna?
Muchos anuncios prometen enviar a casa la vacuna de Pfizer o AstraZeneca. Incluso la de Johnson & Johnson, que todavía no ha sido aprobada. Sin embargo, Carlos Fragoso, experto en ciberseguridad de la empresa One eSecurity, advierte en RTVE que, en la mayoría de las ocasiones, esas vacunas no existen: “La probabilidad de que dichas vacunas existan es realmente muy baja, ya que, aunque los grupos criminales tengan intención de robarlas, actualmente todos los gobiernos y empresas están protegiendo y monitorizando de manera muy intensa la cadena de suministro. Probablemente, se trata de estafas donde el delincuente o los grupos organizados quieren dinero rápido”.
Para comprobar la veracidad de la compra, los investigadores de CPR hicieron la prueba y pidieron una dosis a través de la dark web. Pagaron 750 dólares por una vacuna fabricada en China. Tras realizar el pago, la cuenta del vendedor fue eliminada y el producto nunca llegó: “Nos ofrecieron una vacuna china, a un precio de 750 dólares. Hicimos el pago usando Bitcoin, enviamos nuestra dirección de entrega y solicitamos los detalles del envío. Después de unos días sin respuesta, recibimos un mensaje del proveedor diciendo que la vacuna había sido enviada a nuestra dirección. Unos días después, la cuenta del proveedor fue eliminada y (...) todavía estamos esperando recibir nuestro paquete”.
“Desafortunadamente, aunque la mayoría de nosotros estamos mirando con esperanza, hay algunos mirando con codicia y malicia en sus mentes, con la intención de capitalizar las preocupaciones de la gente sobre COVID-19 y el deseo de estar protegidos contra el riesgo de contraerlo”, lamenta Check Point.
Otras estafas
Este no es el único engaño que existe sobre la vacuna. El pasado mes de diciembre, unos días antes de comenzar la campaña de vacunación, varios territorios, como País Vasco, Sevilla o Baleares, alertaron a sus ciudadanos de llamadas falsas ofrecer la “vacuna a domicilio”. El principal blanco de esta estafa eran personas mayores que vivían solas.
En Cataluña, las autoridades también avisaron de fraudes a las residencias. Los delincuentes pedían un ingreso bancario a cambio de la entrega de las vacunas y amenazaban a los centros con sanciones económicas por impago.