Las serias consecuencias si no se opta por un nuevo confinamiento
Alberto Infante, experto en Salud Internacional, alerta de que la tercera ola “llega sobre un suelo de presión asistencial y fatiga más elevado" que la segunda.
España registró 25.438 nuevos contagios de coronavirus y 408 fallecidos en las últimas 24 horas, según notificó este martes el Ministerio de Sanidad. Unos datos que se producen por haber celebrado la Navidad sin mayores medidas, según señala Alberto Infante, profesor de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto Carlos III. “La responsabilidad es compartida entre las administraciones y los ciudadanos, porque todos sabíamos que, de seguir adelante con los planes de celebración de las navidades, inevitablemente tendría consecuencias que finalmente ha tenido”, ha manifestado durante una entrevista en ‘Hoy por Hoy’, de la Cadena Ser.
Entre estas consecuencias de las que habla, destaca la tercera ola, que llega “sobre un suelo de presión asistencial y fatiga más elevado que cuando llegó la segunda ola, por lo tanto, nuestro margen de maniobra antes de llegar al colapso asistencial es mucho más pequeño”. En este sentido, considera que las medidas que hay actualmente, como toques de queda, cierres tempranos de la hostelería o el comercio y limitación en el número de personas reunidas, son insuficientes y “van por detrás, una vez más, del avance del virus, cuando deberían haber ido por delante”.
Si bien reconoce que es probable que tengan algún efecto positivo sobre la curva, porque puede reducir la velocidad de crecimiento del virus, “no van a ser suficientes para doblegarla, dadas las circunstancias en las que estamos”. “Por tanto, vamos a asistir a un mes de enero muy malo en términos de términos de presión en las ucis, de presión asistencial y de mortalidad, que hay que decir que una parte hubiera sido evitable con las medidas que muchos propusimos antes de las navidades”, ha añadido.
Ventajas de un nuevo confinamiento
Tras criticar las medidas actuales, Infante se une a los numerosos expertos que recomiendan la instauración de un nuevo confinamiento domiciliario en todo el país, contradiciendo las palabras del ministerio de Sanidad, Salvador Illa, quien insiste en que con las medidas actuales se puede doblegar la curva. “Yo no soy tan optimista”, afirma el experto, quien plantea que el aislamiento no tendría que ser tan largo como el primero, “sino de dos o tres semanas que tendrían la ventaja de revertir esta situación en el corto plazo”. De otra manera, alerta, “va a ser complicado revertirla”.
Así, destaca la relación entre la fatiga de los profesionales y de las administraciones y la capacidad de poner en marcha el proceso de vacunación con la contundencia, extensión y rapidez que este requiere. “Son dos variables relacionadas, hacer un confinamiento corto ahora que despejara el camino y permitiera centrar los esfuerzos en vacunar. Esto tendría dos ventajas adicionales: bajaríamos los costos de la tercera ola, y aumentaríamos las capacidades de vacunación para, en un mes o mes y medio, estar en una situación mejor estar en una situación mejor”.
Sobre la rección de la ciudadanía a un posible confinamiento, Infante ha manifestado su confianza en que la medida sería bien recibida: “Las encuestas demuestran que los ciudadanos sí entienden que se adopten medidas contundentes con tal de que sean eficaces y se planteen claramente su propósito y duración. Entienden que tiene un coste, pero están dispuestos a asumirlo”.
Desigualdad en la campaña de vacunación
“El inicio de la campaña de vacunación ha sido pésimo”, ha criticado el experto en Salud Internacional, argumentando que “se sabía qué vacunas iban a llegar, cuándo y qué condiciones tenían”, por lo que “se podrían haber adoptado medidas de preparación mucho mejores”.
Además, asegura que “no tiene mucha explicación racional” la desigualdad en los ritmos que ha ido adquiriendo cada comunidad, pues, aunque en algunas ya han aumentado notablemente, en otras todavía son muy lentos. “No tiene explicación que Madrid, por mucha nieve que haya caído, esté en un 30% y Castilla-La Mancha, donde ha nevado más, supere el 60%”.