CORONAVIRUS

Los 24 bulos sobre la vacuna

A pesar de existir vacunas eficaces contra la COVID-19, muchos individuos desconfían en los fármacos por la rapidez con la que se han desarrollado.

Los 24 bulos sobre la vacuna
Miguel Sierra EFE

La pandemia del coronavirus sigue dejando miles y miles de casos y contagios diarios en todo el mundo. La Universidad Johns Hopkins ha notificado en las últimas 24 horas 549.954 contagios y 10.199 muertes en todo el planeta, lo que eleva las cifras totales a 90.907.661 infecciones1.945.203 fallecimientos. Unas cifras desoladoras que las nuevas vacunas contra la COVID-19 esperan detener.

Actualmente, la vacuna de Pfizer-BioNTech es la única que se está suministrando en la mayor parte del globo terráqueo. Fue la primera en solicitar la autorización de emergencia para su distribución y suministro debido a los buenos resultados de la última fase de sus ensayos clínicos. A esta vacuna le sigue la de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que a partir del 4 de enero comenzó a inmunizar a personas del Reino Unido.

Las vacunas van a ayudar a que se reduzcan cantidad de contagios y muertes por la COVID-19, pero también hay quien no tiene buenas opiniones sobre estos fármacos debido a la rápidez con la que se han creado y aprobado. Ante la desinformación que pueden generar las ‘fake news’ y los bulos, 'The Conversation' ha publicado un artículo creado por varios expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el King's College London, entre otros, en el que aportan una lista de las 24 “mentiras” más sonadas sobre la vacuna y en el que explican los motivos del error en la información.

1. “Las vacunas de ARN mensajero van a modificar nuestro genoma”

Como cuentan los expertos en 'The Conversation', esta información es falsa. Hasta el momento no hay evidencias de que las vacunas con ARN mensajero modifiquen nuestro genoma ya que el ARN no se encuentra con el ADN, no se integra en el ADN y hasta la fecha, no se ha encontrado de coronavirus en nuestro genoma.

2. “Las vacunas se han hecho muy rápido”

A pesar de la rapidez con la que se han fabricado las vacunas, estas han seguido los mismos protocolos de siempre, es decir, han tenido unos estudios de seguridad que han confirmado que el medicamento es eficaz y seguro. De lo contrario, ningún investigador pondría el riesgo la salud de millones de personas. Además, como informa la Cadena SER, todos los ensayos de las vacunas son públicos y cualquiera los puede consultar.

La rapidez con la que se han llevado a cabo ha sido motivo de la cantidad de infecciones y muertes que se han producido día a día en el mundo. Los científicos e investigadores han trabajado sin parar desde que se detectaron los primeros casos de coronavirus.

3. “No son seguras”

Como comentábamos anteriormente, todas las vacunas pasan por fases de seguridad antes de ser aprobadas. Hasta la fecha, se ha vacunado ya a millones de personas y ninguna ha desarrollado problemas graves de salud.

4. “Una enfermera se desmayó después de vacunarse”

Esta información es cierta, ocurrió en un hospital de Estados Unidos mientras que la sanitaria ofrecía una rueda de prensa posterior a su vacunación. Pero el bulo de esta noticia es que, algunas fuentes, afirmaron que la mujer había muerto. Totalmente falso. Días después al suceso, la propia enfermera concedió una entrevista donde explicó que padece el síncope vasovagal, es decir, que puede desmayarse en varias situaciones como puede ser algún dolor, el pinchazo de una vacuna o el estrés emocional, entre otros.

5. “La vacuna frente la COVID-19 hace que seas positivo por VIH”

Hace unos meses, el Gobierno australiano anunció la suspensión del desarrollo de una de sus vacunas por falsos positivos de VIH (virus que provoca el sida) durante la fase 1 de sus ensayos. Esto ocurrió porque los investigadores utilizaron un fragmento de una proteína del VIH para dar una mayor estabilidad a la proteína S del coronavirus.

Como consecuencia, los voluntarios, además de generar anticuerpos contra la COVID-19 también lo hicieron frente al VIH. Pero generaron anticuerpos, en ningún momento sufrieron la enfermedad, de ahí los falsos positivos.

En cualquier caso, esto ocurrió en el desarrollo de una de las vacunas australianas que se suspendió porque en sus ensayos se notificó que las cosas no salieron como se esperaban. Sabiendo esta información, los individuos deberían ser más conscientes de que las vacunas aprobadas son seguras ya que han pasado todos los ensayos con resultados favorables. Si no hubiera sido así, sus estudios clínicos se habrían detenido, al igual que ocurrió en Australia.

6. “Las vacunas contienen células de fetos abortados”

Esta información es falsa, no se utilizan embriones ni fetos como tal, lo que sí entra en juego son líneas celulares derivadas de tejidos humanos muy concretos de hace décadas, es decir, se han utilizado líneas celulares de fetos, de cánceres o tumores, entre otros. Este tipo de materiales se usan frecuentemente en la investigación y se han adaptado para crecer de manera continua en los laboratorios. Por lo tanto, es importante destacar que trabajar con una línea celular no es lo mismo que trabajar con células originales.

7. “La variante de Reino Unido ha aparecido porque han sido los primeros en vacunarse”

Falso. La nueva mutación del coronavirus ya circulaba en Reino Unido durante el mes de septiembre. El país británico comenzó la vacunación del fármaco de Pfizer-BioNTech el pasado 8 de diciembre.

8. “Si nos han puesto la vacuna ya podemos ir sin mascarilla y hacer vida normal”

No. La vacuna previene desarrollemos síntomas de la enfermedad, sobre todo los más graves, pero no está demostrado que nos impida contagiarnos. Es decir, el fármaco hace que estemos protegidos de la enfermedad, ya que no desarrollaremos los síntomas, pero pero no impide que podamos contagiar a otros. Por ello es importante seguir usando la mascarilla.

Además, también es importante destacar que las vacunas constan de dos dosis cuyo suministro varía en dos semanas. Por lo tanto, hasta que no se hayan recibido las dos dosis de la vacuna, los individuos podrán seguir contrayendo la enfermedad. También hay que tener en cuenta que no somos inmunes de un día para otro, es un proceso que tarda unos días.

9. “¿Para qué vamos a vacunarnos si no protege de la infección y podemos seguir contagiando?”

Aunque para muchos esto signifique poco, lo cierto es que es un dato muy importante ya que, evitar que las personas desarrollen síntomas graves por COVID-19 es una muy buena noticia para impedir la saturación de los hospitales y centros médicos. Además, que las personas vacunadas puedan seguir contagiando es solo una suposición, ya que no se ha investigado el tema a fondo.

10. “Las farmacéuticas llevan los procesos en secreto y no publican los datos”

Falso. Todas las empresas encargadas de fabricar las vacunas han publicado todos los datos de los ensayos clínicos. Aquí se pueden consultar los datos: Pfizer-BioNTech y AstraZeneca-Oxford.

11. “Vacunarnos puede provocarnos COVID-19”

Falso. Puede que algunas personas sufran efectos secundarios a la inyección como pueden ser fiebre, dolor articular o cansancio, pero estos síntomas son habituales en cualquier otro tipo de vacuna, como puede ser la vacuna contra la gripe.

12. “Las vacunas no sirven porque hay gente que se vacuna y aun así se infecta”

Es importante que las personas hayan recibido las dos dosis para estar inmunizadas al 95%, el máximo de efectividad que ofrece la vacuna de Pfizer-BioNTech. La primera dosis de este fármaco supone una eficacia de un 52,4% contra la enfermedad. El 95% se consigue después de la segunda dosis, pero es importante saber que el cuerpo tarda unos días en inmunizarse al completo.

13. “Si nos vacunamos podemos quedarnos estériles”

Falso. Hasta el momento no hay ninguna evidencia científica de que el virus interfiera en el metabolismo hormonal ni en el desarrollo de los tejidos necesarios para la reproducción.

14. “Los científicos usan mucho la frase ‘no hay evidencias’ porque no tienen ni idea”

Los científicos utilizan esta frase porque se basan en lo que se conoce y no en opiniones o creencias.

15. “Nos quieren usar como cobayas”

Las vacunas ya han pasado todas las fases de seguridad para ser aprobadas y suministradas en humanos. En los ensayos clínicos ya fueron probadas en animales.

16. “Con la vacuna te implantan un chip”

En la actualidad no es posible la implantación de ningún chip con la vacuna.

17. “No tengo que vacunarme porque ya he pasado la enfermedad”

Todavía no hay datos suficientes para confirmar el tiempo que duran los anticuerpos en personas que ya han pasado la enfermedad. Pero ya ha habido casos de reinfección, por lo que una persona que haya pasado el coronavirus puede volver a infectarse con el paso de los meses.

18. “La vacuna tiene luciferasa”

Como explican los expertos en 'The Conversation', “las luciferasas son proteínas muy usadas en los laboratorios porque son inocuas y tienen la capacidad de brillar bajo ciertas condiciones. Sirven para visualizar mejor las reacciones cuando se realizan experimentos en el laboratorio porque son muy fáciles de detectar”. Ninguna de las vacunas aprobadas contiene luciferasas.

19. “Es mejor esperar a ver qué pasa”

La probabilidad de contagiarse de la COVID-19 e infectar a otros es mayor que la de los efectos adversos tras la vacuna.

20. “El 5G es el causante del coronavirus y se va a agravar con la vacuna”

En los primeros meses de pandemia se compartió que los países con mayor número de antenas 5G tenían una mayor incidencia de coronavirus. Esta información se desmintió poco después ya que no se vio la correlación en los países asiáticos ni africanos.

21. “¿Para qué vacunarnos de un virus que ‘solo’ mata al 1% de los infectados?”

Un 1% es mucho si vemos la cantidad de personas que han muerto desde el inicio de la crisis sanitaria: 1.854.458.

22. “Nadie cuenta la ‘receta’ de las vacunas”

Falso. Toda esta información ha sido publicada por las empresas creadoras y por la FDA.

23. “Las vacunas no sirven porque el virus está mutando”

Aunque el virus mute, sus cambios no son lo suficientemente grandes o importantes como para que nuestro sistema inmunológico lo reconozca como algo distinto, como un serotipo nuevo, explican los expertos.

Hasta la fecha no se han identificado serotipos distinos de la COVID-19, pero hay que estar atentos por si en algún momento ocurre. Si la situación se diera así, habría que actualizar las vacunas.

24.“Si las mascarillas y el distanciamiento social son eficaces ¿para qué vacunarnos?”

Estas medidas sirven para disminuir la probabilidad de contagio pero, a pesar de ello, el virus sigue contagiando a personas. “El objetivo de las vacunas es generar una inmunidad de grupo que nos permita volver a la normalidad, algo que no se consigue a través de las medidas sanitarias”, concluye el grupo de expertos en 'The Conversation'.

En definitiva, los científicos e investigadores han estado trabajando en un fármaco eficaz día y noche, incluso muchos habrán estado días sin ver a sus familias. Hay que confiar en la ciencia que ya ha demostrado que nos puede salvar de muchas adversidades.