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CORONAVIRUS

El "riesgo" de retrasar la segunda dosis de la vacuna

Las autoridades sanitarias advierten del riesgo que puede suponer para la salud pública el retraso en la administración de la segunda dosis de la vacuna.

El "riesgo" de retrasar la segunda dosis de la vacuna
Quique GarcíaEFE

Las autoridades sanitarias han advertido del riesgo que puede suponer para la salud pública el retraso en la administración de la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, tal y como algunos países, como Alemania, están planeando para acelerar la campaña de inmunización contra la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2.

La vacuna de Pfizer/BioNTech precisa de dos dosis que deben ser inoculadas con 21 días de diferencia, mientras que la de Moderna necesita un intervalo entre ambas de 28 días. La administración de las dos dosis es la clave para alcanzar la eficacia próxima al 95% demostrada en los ensayos previos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), que ya ha otorgado la autorización para el uso de emergencia de ambos antídotos, ha asegurado que “no hay datos en los ensayos de las farmacéuticas que respalden los cambios en la frecuencia de vacunación, por lo que hacerlo significa asumir un riesgo para la salud pública”.

El 98% de los voluntarios de la vacuna de Pfizer/BioNTech y el 92% de los de Moderna recibieron las dosis de la vacuna con tres o cuatro semanas de diferencia, por lo que “no hay evidencias sobre la eficacia de una sola dosis administrada o sobre la inoculación de las mismas con más tiempo entre ambas dosis”, ha explicado la FDA.

La EMA tampoco apoya el retraso en la segunda dosis

La Agencia Europea del Medicamento (EMA), que estudiará mañana, 6 de enero, si conceder la autorización para el uso de emergencia de la vacuna de Moderna, tampoco apoya el retraso en la administración de la segunda dosis propuesto por Alemania o Bélgica.

“Los vacunados no obtiene la inmunidad adecuada hasta 7 días después de la inoculación de la segunda dosis”, ha declarado la portavoz de la EMA, Sophie Labbe. Sin embargo, el organismo no prohíbe explícitamente que la vacuna se administre hasta los 42 días posteriores a la primera dosis “a pesar de que las recomendaciones posológicas indiquen que la eficacia se basa en un estudio que explica que las dosis se inyectaron con entre 19 y 42 días de diferencia”, ha añadido.

Precaución hasta que haya nuevas evidencias

Por lo tanto, ambas entidades rechazan el retraso en la inoculación de la segunda dosis “hasta que los fabricantes tengan datos que respalden un cambio”. Mientras tanto, en vistas de que los pacientes “se consideren inmunes sin tener la protección completa desarrollada”, la medida propuesta por algunos países es considerada como “un riesgo para la salud púbica” y completamente desaconsejada como intento de acelerar el proceso de vacunación.

“Recomendamos que los Gobiernos sigan con el programa autorizado para cada vacuna contra el coronavirus”, ha concluido la FDA.