Ashli Babbitt perdía la vida ayer durante el asalto al Capitolio de Estados Unidos por parte de miles de simpatizantes de Donald Trump que pretendían -y consiguieron- aplazar la ratificación de Joe Biden como presidente del estado norteamericano.

Sin embargo, esta mujer de 35 años y residente en San Diego (California, Estados Unidos) no se imaginaría que cuando despidió a su marido sería la última vez que le vería. Un disparo en el cuello, procedente del arma de uno de los agentes del Congreso estadounidense -confirmó el jefe de Policía-, acabó con su vida cuando se dirigía a una de los edificios con más seguridad del planeta.

Perteneció a las Fuerzas Armadas estadounidenses

Ashli perteneció durante 14 años a las Fuerzas Armadas norteamericanas (estuvo en Afganistán, Irak y Kuwait, como señaló su marido, Timothy McEntee, en declaraciones al Washington Post). Precisamente, McEntee compartía negocio ahora con su pareja, una empresa de mantenimiento de piscinas, que pudo ser clave para salvarle la vida, ya que él no acudió a la protesta en la capital estadounidense porque tenía que quedarse al frente del negocio. Eso sí, en algunos medios aseguró también que "no tenía ni idea que viajaría a Washington".

"Era una gran patriota, muy ruidosa y firme en sus opiniones. Pero también estaba llena de amor y era muy cariñosa", aseguró el marido de la joven fallecida, a la vez que explicaba que se separaron en 2019, pero luego se reconciliaron para casarse recientemente.

Fiel seguidora de Trump en redes sociales

Babbitt era muy activa en redes sociales. E incluso, horas antes de su trágico final, animaba en Twitter a los simpatizantes de Trump a provocar grandes disturbios en Washington: "Nada nos va a parar, la tormenta está aquí y llegará a Washington en menos de 24 horas. De la oscuridad, a la luz".

Ese protagonismo en las redes sociales alcanzó su momento más álgido justo cuando se le apagaba la respiración. Y es que durante toda la tarde y noche de ayer circularon varios videos en los que se escucha el disparo, la mano que lo ejecuta y a Babbitt desangrándose en el suelo rodeada de Policías y asaltantes.