CORONAVIRUS

Un sanitario destruye a propósito 570 dosis de la vacuna de Moderna

Un trabajador sanitario del hospital Advocate Aurora, en Grafton (Wisconsin, Estados Unidos) ha sido despedido tras desperdiciar 570 dosis de la vacuna de Moderna.

Un sanitario destruye a propósito 570 dosis de la vacuna de Moderna
LEAH MILLIS REUTERS

Un trabajador sanitario del hospital Advocate Aurora, en Grafton (Wisconsin, Estados Unidos), en una acción “intencionada”, ha desperdiciado 570 dosis de la vacuna de Moderna contra el coronavirus.

“Estamos decepcionados con que las acciones de un individuo hayan hecho que 570 pacientes hayan visto retrasado su tratamiento contra la COVID-19”, explica el centro hospitalario en un comunicado.

Según el propio escrito, varios trabajadores del hospital encontraron 57 viales de la vacuna fuera de la nevera donde debían estar. Cada uno de los viales contenía 10 dosis de la vacuna. El hospital puso en marcha una investigación interna que finalizó con el descubrimiento de un culpable que reconoció haber sacado las vacunas del refrigerador de forma intencionada. Su actuación, que le costó el despido, “fue puesta en manos de las autoridades”.

Autorizada en Estados Unidos

La vacuna de Moderna obtuvo la autorización para su uso de emergencia el pasado 18 de diciembre. La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) le otorgó este permiso al considerar que los beneficios de su uso eran superiores que sus riesgos.

El fármaco, al igual que el desarrollado por las compañías Pfizer/BioNTech, se basa en la tecnología del ARN mensajero. Sin embargo, la diferencia reside en que el de Moderna no precisa una conservación tan compleja como el de Pfizer. Mientras el segundo necesita permanecer a temperaturas cercanas a los 75 grados bajo cero, el primero puede aguantar hasta seis meses a 20 grados bajo cero o, incluso, hasta 30 días a temperaturas de un frigorífico estándar.

AstraZeneca ya tiene permiso en Reino Unido

La vacuna desarrollada por AstraZeneca/Oxford fue autorizada el 30 de diciembre por la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) del Reino Unido. De esta manera, el país británico ya dispone de dos antídotos para administrar a la población frente al coronavirus.

Esta vacuna sí presenta unas diferencias considerables respecto a las dos anteriores, ya que prescinde del ARN mensajero y opta por un formato más cercano al tradicional: virus genéticamente modificados. Por ello, su conservación y distribución será más sencilla que la de los viales de Pfizer/BioNTech, el otro antídoto con autorización en Reino Unido.