ACTUALIDAD

El hombre más feliz del mundo vive sin sexo ni dinero

Un estudio de la Universidad de Wisconsin concluyó que Mattieu Ricard, francés y asesor del Dalai Lama, era el ejemplo perfecto de la felicidad.

Mattieu Ricard monje hombre más feliz mundo

Uno de los mayores tesoros por descubrir o de las mayores aspiraciones a alcanzar, si no la que más, es la felicidad. Se han vendido y se venden millones y millones de libros, se han realizado conferencias, charlas, estudios…Y sin embargo, según científicos de la Universidad de Wisconsin, el secreto de la felicidad lo guarda Mattieu Ricard, un hombre francés de 74 años.

Ricard es doctor en biología molecular y reside en Nepal, donde es monje budista en el monasterio Shechen Tennyi Dargyeling y donde trabaja como traductor y asesor personal del Dalai Lama. Hace unos años, la mencionada universidad estudió su cerebro con 256 sensores, que medían su estrés, su placer, su enfado, su ánimo…Comparado con cientos de voluntarios, situando la infelicidad en una media de 0,3 y la felicidad en -0,3, Ricard alcanzó el -0,45.

Ahora, unos años después, la BBC ha podido entrevistar al monje y preguntarle por sus secretos y por cómo se encuentra, para comprobar si efectivamente sigue siendo el más feliz del mundo. Para empezar, él desconfía de ostentar ese honor: “¿Cómo puede nadie conocer el nivel de felicidad de 7.000 millones de seres humanos? No tiene sentido, desde luego no desde el punto de vista científico”.

Para él, todo se ha convertido en “la broma más grande del mundo”

“La felicidad no es simplemente una sucesión interminable de sensaciones placenteras, lo que parece más bien una receta para el agotamiento”, comienza. “Es más bien una forma óptima de ser que resulta del cultivo de muchas cualidades fundamentales como el altruismo, la compasión, la libertad interior, la resiliencia, el equilibrio emocional, el equilibrio interior, la paz interior y otros. A diferencia del placer, todas estas cualidades son habilidades que pueden cultivarse mediante la práctica y el entrenamiento de nuestra mente”, explica.

“Es más bien como la "broma más grande del mundo", pero sigue resurgiendo una y otra vez”, cuenta, pero igualmente considera que ha tenido “una vida maravillosa, gracias a conocer hombres y mujeres sabios, mis maestros espirituales”.

El secreto está en el altruismo

Altruismo y compasión”, sentencia, y añade: “La búsqueda de la felicidad egoísta no funciona, es una situación en la que todos pierden. Uno hace miserable su propia vida mientras hace miserable la vida de todos los demás”. “El objetivo es traer felicidad a los demás y remediar su sufrimiento y, como beneficio adicional, uno siente una gran felicidad al ser amable y benevolente”, razona.

“Cualquiera puede ser la mujer o el hombre más feliz del mundo (¡no de una manera competitiva!) simplemente siendo amable, compasivo, abierto a los demás y sintiéndose fácilmente satisfecho con las condiciones externas”, continúa. Por ejemplo, reconoce que él ha tenido un gran progreso: “Los amigos que me conocieron cuando era un adolescente (todavía quedan algunos vivos) dicen que era un joven gruñón”.

Una vida sin sexo ni dinero

Ricard es célibe, no practica sexo desde que tenía 30 años, y además dona todo lo que gana a obras caritativas. “No hay nada malo. No es el deseo como tal y la riqueza lo que causan sufrimiento, sino nuestro apego a ellos. En el momento en que el aferramiento, el aferramiento y la obsesión se instalan, puedes estar seguro de que vendrá el tormento. Aferrarse es el problema, nos volvemos adictos a ellos”, asegura el doctor.

También confiesa que hay situaciones de tristeza, que no todo es perfecto: “Es absolutamente normal y deseable estar triste frente a una masacre, una injusticia, una discriminación, un abuso, una injusticia social, la pobreza en medio de la abundancia, la explotación ciega de los animales, etc. Pero esta tristeza debe llevar a una acción compasiva para hacer algo sobre los diversos sufrimientos relacionados. La tristeza no es desesperación, es compatible con el florecimiento genuino”.