El coronavirus no entiende de ideologías políticas, ataca a todos por igual. Y si no, que se lo digan a Thomas Seitz, político del partido ultra Alternativa para Alemania, que ha sido ingresado en un hospital de Lahr, en la zona de Selva Negra, tras haberse contagiado y haber pillado el coronavirus.

Este declarado negacionista, según su partido, solo tiene una “gripe”, afirmando que “su pronóstico para una pronta recuperación es favorable, según los médicos que le están tratando”.

Sin embargo, como informa el periódico local Lahrer Zeitung, Seitz ha necesitado atención médica al ser ingresado y su partido no ha querido revelar que finalmente se ha infectado de coronavirus, después de su actitud públicamente contraria a la gravedad de la COVID-19.

Amonestado por no ponerse la mascarilla en el Parlamento

Thomas Seitz no ha tenido nunca problema alguno en evidenciar delante de toda la clase política su rechazo a la pandemia del coronavirus. Este ultraderechista de 53 años, hace un mes, el 20 de noviembre, se negó a ponerse la mascarilla sanitaria, pudiendo infectar a toda la clase política alemana.

Se presentó en el Parlamento federal alemán, el Bundestag, sin mascarilla, y al ser advertido de su temeridad se sacó del bolsillo una hecha de ganchillo. La vicepresidenta del Parlamento, Claudia Roth, le reiteró que se pusiera la protección recomendada y segura: “Le pido, por favor, que se ponga mascarilla”.

Ante la negativa de Seitz, Roth le dio, bajo pena de multa, una mascarilla FFP2 con un bolígrafo, para no establecer contacto físico, mientras le recriminó su actitud: “Menudo numerito está montando”. Finalmente, el diputado accedió a ponérsela a regañadientes con otra respuesta a la altura de su comportamiento, espetando un “ya llevo el bozal”.

Negacionista convencido pese a los datos en Alemania

Este diputado es uno de los 88 que conforman la ultraderecha alemana y que son escépticos con el coronavirus. Se han mostrado contrarios siempre a las medidas implantadas por Angela Merkel. El propio Seitz lo consideró como “el inicio de una dictadura”. “La enfermedad es una estadística, no una realidad”, afirma también habitualmente.

Sin embargo, esas estadísticas han registrado más de 30.000 contagios y 813 fallecimientos por coronavirus en las últimas 24 horas, contabilizadas el pasado viernes. El miércoles se llegó a los 952 muertos. Y en total, ya van 1.439.938 infecciones y 24.938 muertes.