Japón recupera el material más primitivo que se conoce
Hayabusa 2 ha traído de vuelta muestras del asteroide Ryugu, que orbita entre Marte y la Tierra a una distancia mínima de casi 100.000 kilómetros.
Hayabusa 2, sonda espacial de la agencia japonesa, ha traído de vuelta muestras del asteroide Ryugu, tal y como ha informado El País. Ha permanecido casi intacto desde la formación del Sistema Solar, hace unos 4.500 millones de años, y orbita entre Marte y la Tierra a una distancia mínima de casi 100.000 kilómetros.
El material hallado es imposible de encontrar en la Tierra y puede aclarar cómo se formaron los planetas. Según indicó en un comunicado la agencia nipona, se ha logrado recuperar "una gran cantidad de partículas".
Perforación del asteroide
La expedición comenzó en 2014, y desde entonces la nave ha ido perforando al asteroide gracias a un cuerno robótico diseñado para captar muestras, tanto de la superficie como de su interior. Además de encontrar partículas, ha dejado varios robots que han permitido mostrar el aspecto de este asteroide.
Una vez recogidos los ejemplares, Hayabusa 2 lanzó al espacio las cápsulas herméticas que tras reentrar en la atmósfera cayeron en Woomera, al sur de Australia. Después de ser localizadas, fueron enviadas al país asiático.
El material más primitivo
En declaraciones al diario El País, Luisa Lara, investigadora del Instituto de Astrofísica de Andalucía, destacó el éxito conseguido tras recoger las muestras: "En esta ocasión, la Hayabusa 2 ha traído mucho más material de diferentes tamaños y, sobre todo, de las capas interiores e intactas de este cuerpo".
Gracias a esta misión, se podrá estudiar "el material más primitivo" jamás analizado. Según señaló Lara al citado medio, esto permitirá aclarar si el agua y los elementos vitales para la vida llegaron a la Tierra a bordo de asteroides como este.
Reparto de la muestra
Respecto al material conseguido, el 10% se enviará a la agencia espacial estadounidense a cambio de muestras del asteroide Bennu. El otro 15% se le facilitará a la comunidad internacional, mientras que un 40% será conservado en Japón.