La ONU hace un preocupante vaticinio para 2021
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha tenido una reunión especial para analizar las consecuencias de la pandemia del coronavirus.
La pandemia de la COVID-19, a pesar de la llegada de la vacuna, tendrá un mayor recorrido durante varios años por las consecuencias que va a dejar a todo el planeta. “Las vacunas estarán disponibles en las próximas semanas y meses. Pero no nos engañemos. Una vacuna no puede deshacer el daño que se extenderá durante años, incluso décadas”, afirmaba el jefe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, el pasado jueves.
Al día siguiente, este viernes, se mantuvo una reunión especial en el seno de la ONU para analizar y estudiar las consecuencias de la pandemia, que ya ha afectado a 65 millones de personas en todo el mundo. Y la conclusión no fue nada positiva, una catástrofe humanitaria para el próximo 2021.
Así lo indicaron tanto David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA), como el director de la Organización de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, a los 193 miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Previsión y necesidad de ayuda
"2021 será literalmente catastrófico según que lo estamos viendo en esta etapa del juego", explicaba Beasley, añadiendo que será “el año de la peor crisis humanitaria desde el inicio de las Naciones Unidas hace 75 años”. Como experto y autoridad en el sector alimentario, apuntaba a la hambruna como uno de los principales peligros en una docena de países.
"No vamos a poder financiar todo, así que tenemos que priorizar, como digo, los icebergs frente al Titanic", aseguró en la reunión. Ya se han solicitado 35.000 millones de dólares en fondos de ayuda, como respuesta a un aumento del 40% en el número de personas que tienen necesidad extrema de ayuda sanitaria, a pesar de las medidas que se han ido tomando para frenar los contagios y el impacto económico en las sociedades.
La importancia de la colaboración de los países ricos
El mismo António Guterres, que advertía sobre el impacto de la pandemia más allá de las vacunas, precisamente ha incidido en este aspecto en lo fundamental que es que las vacunas estén disponibles para todos los países. Es decir, que los países ricos se involucren y hagan un esfuerzo en proporcionar dosis a los países pobres con menos recursos.
“Es una crisis mundial y las soluciones deben compartirse de manera equitativa con bienes públicos globales”, explicaba Tedros Adhanom Ghebreyesus. Además, ya ha solicitado para el programa mundial de intercambio de vacunas una inyección inmediata de 4,3 mil millones de dólares.
Incidiendo sobre esta necesaria igualdad, sostenía: “Simplemente no podemos aceptar un mundo en el que los pobres y marginados son pisoteados por los ricos y poderosos en el estampida por las vacunas”.