CORONAVIRUS

Un informe revela los errores de China al inicio de la pandemia

El país asiático donde se originó todo tuvo una gestión caótica, difundió mejores resultados de los que había y tardó en diagnosticar, entre otros.

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HECTOR RETAMAL AFP

El nombre de Wuhan (dentro de Hubei) jamás se olvidará por ser el lugar donde comenzó la pandemia de la COVID-19. China fue la puerta de entrada al coronavirus para todo el mundo. Fue la referencia, la primera en emitir datos e informes, la primera en tomar medidas, o la primera en analizar el virus. Sin embargo, 117 páginas del Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Hubei revelan que todo eso, esos inicios, fueron manejados de manera caótica y sin enseñar al mundo la realidad.

Es la principal conclusión que se ha sacado de unos documentos de las autoridades sanitarias chinas que han sido filtrados y sacados a la luz, y que reflejan el mal manejo del coronavirus por parte de China desde el inicio, según revela la cadena CNN.

Lo que más llama la atención es que los pacientes confirmados del virus tuvieron que esperar un promedio de 23 días para ser diagnosticados, y errores en las pruebas provocaron que, hasta el 10 de enero, la mayoría de los pacientes dieran negativo.

Un caos en las primeras semanas

Como a la gran mayoría de países, la pandemia del coronavirus pilló a todo el mundo desprevenido. En concreto, según estos documentos, en China se evidenció una falta de fondos y de personal, que unido a una compleja burocracia supuso una complejidad importante para poner en marcha un sistema de alerta temprana.

Otro aspecto que siempre se ha criticado y que la CNN sostiene es que se produjo desde el principio una ocultación de datos, es decir, de cara al resto del mundo se ofrecían unos resultados mucho más optimistas de los que de verdad eran.

La cadena afirma que hubo datos que no se dieron porque el sistema contable chino, durante ese caos de las primeras semanas, pareció restar importancia a la gravedad de algunos brotes. Explican que no hay evidencias de un intento deliberado de ocultación, pero sí muchas inconsistencias. No obstante, el Gobierno siempre ha rechazado estas acusaciones, sobre todo procedentes de Estados Unidos y otros países occidentales.

El ejemplo del brote en Hubei

Uno de los casos más claros que revela la CNN es lo que pasó con un brote que hubo de influenza en Hubei a principios de diciembre, que no fue revelado anteriormente, justo donde comenzó la pandemia. Y es que más tarde, según un informe marcado como “documento interno confidencial” se afirma que las autoridades sanitarias de la provincia contabilizaron el 10 de febrero un total de 5.918 casos nuevos, más del doble de la cifra oficial que se dio.

Ese mismo día, el 10 de febrero, el presidente Xi Jinping se dirigió, como primera aparición en público durante semanas, al personal sanitario de Wuhan cuando aún no se había dado ni nombre oficial al coronavirus. Expresó sus condolencias por el brote a más de 1.000 kilómetros del epicentro, e instó a una mayor comunicación.

Los datos que se ofrecieron ese día fueron de 2.478 nuevos contagios, una cifra muy inferior a la real. La CNN asegura que estas nuevas informaciones pueden revelar “cómo los documentos oficiales que circularon internamente muestran que esto era solo una parte de la imagen”.

Una investigación sin respuesta oficial

“CNN se ha comunicado con el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Comisión Nacional de Salud de China, así como con la Comisión de Salud de Hubei, que supervisa los CDC provinciales, para comentar sobre los hallazgos divulgados en los documentos, pero no recibió respuesta”, explica la cadena.

Los archivos, según ellos mismos desvelan, les han sido entregados por un denunciante que solicitó el anonimato, que afirmó trabajar dentro del sistema de salud chino, y que argumentaba ser “un patriota motivado para exponer una verdad que había sido censurada y honrar a los colegas que también se habían pronunciado”. CNN aclara que “no está claro cómo se obtuvieron los documentos o por qué se seleccionaron artículos específicos”.

La investigación llega en un momento en el que se cumple más de un año ya del primer contagio por coronavirus, el pasado mes de noviembre, y del cual no se conoce la identidad. Desde entonces, la situación en China ha cambiado radicalmente y prácticamente se podría hablar de cero casos locales, salvo algún brote a muy pequeña escala. El virus en China está contenido en su mayoría.