Un laboratorio cultiva carne para comer a partir de células humanas
El proyecto Ouroboros Steak está desarrollado por los artistas interdisciplinares y diseñadores industriales Orkan Telhan y Grace Knight, junto al científico y bio haker Andrew Pelling.
Una de las alternativas que podrían evitar el sacrificio de animales para consumo es la carne cultivada en laboratorio. A partir de una muestra, se crea por multiplicación celular in vitro, aunque todavía queda camino por recorrer antes de que se pueda producir a gran escala.
Otra de las cuestiones planteadas está relacionada con la posibilidad de que cada persona pudiera producir filetes para su autoconsumo a partir de sus propias células y sangre descartada de los hospitales. Tal y como informa el diario ABC, los artistas interdisciplinares y diseñadores industriales Orkan Telhan y Grace Knight, junto al científico y bio haker Andrew Pelling, decidieron averiguar si era posible.
Cultivar bistecs gourmet
Lanzaron el proyecto Ouroboros Steak, que es un kit de comida DYI (hazlo tú mismo, en español) para cultivar bistecs gourmets mediante las propias células. Contiene instrucciones, ingredientes y herramientas para que el usuario pueda cultivar las células recolectadas del interior de la mejilla y así producir su propia comida al alimentarlas con suero extraído de sangre donada caducada.
Pese a que los autores niegan que se trata de canibalismo, existe gran polémica. En conversación con ABC, Pelling subrayó que "siendo muy claros, esto no pretende ser una empresa real en absoluto; no es una solución real, este es un proyecto de arte que lo que hace es explorar el entusiasmo, la esperanza y la promesa del mundo de la carne cultivada en laboratorio".
Expuestos en un museo de Londres
Aunque quiso puntualizar en el citado medio que aquellos que hablan de este proyecto como una posibilidad real en el futuro están creando "información engañosa". Esta creación está nominada a los premios Beazley Designs of the Year del Design Museum de Londres. Actualmente, los trozos de carne están expuestos en una sala del museo.
Para justificar que se trata de un proyecto que no hace daño a ningún animal, Knight aseguró en la revista Deezen que "la sangre humana caducada es un material de desecho en el sistema médico y es más barata y más sostenible que el suero fetal bovino, pero culturalmente menos aceptada. La gente piensa que comerse a uno mismo es canibalismo, lo que técnicamente no es así".