Muere por coronavirus Iván Lima, voluntario que dedicó su vida a salvar inmigrantes
El hombre, fallecido en el hospital Puerta del Mar de Cádiz a los 48 años tras pasar 55 días ingresado, colaboró con Cruz Roja durante más de dos décadas.
Iván Lima era el consuelo de que miles de inmigrantes encontraban al llegar a las costas gaditanas a bordo de una patera o un cayuco. “Siempre amable, siempre dispuesto y con una gran sonrisa”, recuerda Miguel, amigo y compañero en la Cruz Roja. Durante más de 20 años como ‘cruzrojero’, Iván se ganó el cariño de los demás voluntarios por su inagotable dedicación. “Era el primero en llegar al puerto y el último en irse”, cuentan.
También será recordado por su enorme profesionalidad y humanidad. “A Iván lo he visto reanimando a un chico que llegaba al límite y sacarlo adelante. Se ha ido un hombre irrepetible. Esperaba a los inmigrantes al final de la escalinata del barco de Salvamento Marítimo con una manta, un bocadillo y un gesto amable, jamás con una mala cara”, narra Miguen en El Español.
Es por eso que el pasado martes todos los que le conocieron quedaron consternados al enterarse de la trágica noticia. Iván había fallecido a sus 48 años después de una intensa lucha de 55 días contra la COVID-19. Murió en el Hospital Puerta del Mar, en Cádiz, a donde lo trasladaron tras ingresar antes en el Punta de Europa, de Algeciras. Estaba casado y tenía dos niños de 8 y 14 años.
A su mujer le unía el amor por el voluntariado, ya que ambos colaboraban con Cruz Roja. 'En 2014, tuvimos unos días muy complicados, con muchas llegadas concentradas, y entre esos casos, había una bebé, a la que bautizamos como Princesa, que apareció sola, sin sus padres ni ningún familiar. Iván y su mujer cuidaron de ella las primeras 24 horas. Estoy seguro de que es uno de los recuerdos más intensos y hermosos que le quedaron para siempre', ha desvelado Miguel en ‘La Ventana’, de la Cadena Ser.
Querido por todos
Civiles, policías, activistas, periodistas, fotógrafos… Todas las personas que, de una forma u otra, trabajaban en el muelle del puerto de Tarifa conocían a Iván. Y le querían. El fotógrafo Marcos Moreno, autor que en 2010 ganó el premio Mingote de fotoperiodismo por una foto que mostraba a un niño africano recién llegado en una patera riendo con las bromas de un guardia civil, le recuerda como una persona “entrañable”. “Desde que lo conocí, allá por 2008, me demostró que su vida estaba dedicada a los demás. Creo que se sentía pleno cuando ayudaba a esa gente que llegaba en muy mal estado de salud o, en ocasiones, muerta. Nunca se me olvidará cuando alguna vez lo vi discutir con algún que otro agente del orden que no trató demasiado bien a algún inmigrante. Les pedía cercanía y comprensión”, detalla.
También era conocido y admirado entre sus vecinos, que le veían en los telediarios. El alcalde de Tarifa, Francisco Ruiz, lamenta su pérdida: “Desde que nos enteramos de que estaba enfermo, hemos estado muy pendientes. No sólo yo, el pueblo entero. Es una pérdida muy dolorosa”.