Un síntoma muy común del coronavirus con riesgo de ser obviado
Un grupo de científicos de la Universidad de Barcelona ha revelado que la sequedad y las molestias en la nariz pueden ser síntomas tempranos de la COVID-19.
El 80% de los pacientes con COVID-19 notan un cambio o una pérdida completa del olfato y el gusto debido a que las células caliciformes infectadas por el SARS-CoV-2 dejan de secretar el moco que protege las vías respiratorias y que hace que las moléculas olfativas se adhieran a los receptores correspondientes, según explica un estudio publicado en medRxiv. Sin embargo, los autores de la investigación, científicos españoles, han revelado que la sequedad y las molestias en la nariz son también síntomas que se manifiestan en los pacientes con coronavirus, incluso antes que los anteriores mencionados.
Sensación extraña en la nariz
Para entender estos nuevos síntomas, los científicos de la Universidad de Barcelona encuestaron a un grupo de 35 pacientes con síntomas leves de COVID-19 y a un grupo de control de personas sanas con características de edad y género similares.
Mediante una encuesta retrospectiva, descubrieron que cerca del 70% de los infectados con coronavirus había experimentado, en las primeras etapas de la enfermedad, una “sensación extraña en la nariz” y una sequedad nasal excesiva, mucho más que el grupo de control. Asimismo, el 52% de los pacientes señaló haber sentido como si le hubieran realizado un lavado nasal.
Estos síntomas “tendían a coexistir principalmente con anosmia/hiposmia y ageusia/hipogeusia, aparecieron antes o durante (pero no después) de otros síntomas y duraron un promedio de 12 días”, recoge el informe. Además, fueron seguidos, principalmente de la pérdida del olfato y el gusto, en un 85,7% y un 79,4% de los casos, respectivamente. Por eso, los investigadores han determinado que estos signos pueden considerarse una de las primeras formas en las que se manifiesta el coronavirus.
Diagnóstico temprano
“Reconocer y comprender todas las posibles manifestaciones sintomáticas de COVID-19, incluidas aquellas que parecen ser menos potencialmente mortales, puede ser relevante para los esfuerzos de diagnóstico, tratamiento y mitigación (por ejemplo, distanciamiento social), especialmente en situaciones donde las PCR no se pueden administrar a todos los casos no graves”, destacan los autores del estudio.
La única limitación que los científicos reconocen sobre su investigación es “la posibilidad de tener participantes falsos positivos en el grupo de control”. No obstante, “dada la seroprevalencia en la población española (5%) en el momento de este estudio, esto podría implicar la adición de aproximadamente 8-9 más participantes con resultado positivo en la prueba de PCR en nuestra muestra completa, o 1-2 en la submuestra, lo que no alteraría significativamente los resultados”.