Aunque no es algo que se haya extendido tanto como para que todo el mundo lo haga, sí es una tendencia al alza la de llevar la mascarilla con un accesorio como un colgante o una cadena. Con ese invento, además de darle al elemento de protección una mejora estética, también te permite llevarla permanentemente a la vista aunque la tengas quitada.

Sin embargo, en torno a esta cuestión se ha creado un debate sobre si es seguro o no. Unos defienden que así no se deja en el bolsillo, en un bolso, o sobre cualquier sitio, y no contagia ninguna superficie. Y otros argumentan que es tan malo como llevarla en la mano, en el codo, en el brazo.

Lo que está claro es que lo primordial es la seguridad sanitaria, antes que el aspecto o el estilismo, de forma que los expertos desaconsejan esta función o este accesorio, ya que lo ideal es llevarla siempre a cubierto cuando no se esté usando, ya sea en una funda, un sobre, o un papel desechable.

La importancia de guardarla bien

Las mascarillas son obligatorias, y por tanto hay que tener en cuenta que se puede tratar de un objeto contaminado. De esta forma, los expertos inciden en que no se debe llevar la mascarilla como si fuera cualquier otro objeto. Debes asegurarte de que no entre en contacto con otro artículo. Por ello, incluso lo de llevarlo en el codo está puesto en duda.

Desde el comienzo de la pandemia, la opción que siempre se ha valorado como más segura es la de utilizar una bolsa de tela o de papel, con el uso de la misma restringido únicamente para la mascarilla. Así se evitan riesgos de infección.

Además, hay multitud de marcas que, al igual que están comercializando estas cadenas y colgantes, también añaden las fundas, muchas veces conjuntadas, del mismo color, combinadas, de manera que el factor estético siga estando presente.

Las opiniones de los expertos

La experta Boticaria García, que realiza una actividad educadora en redes sociales, dijo al respecto que iba totalmente en contra de las recomendaciones sanitarias: “Me preocupa la urgencia con la que queremos convertir un elemento de seguridad en un complemento de moda. Me parece maravilloso querer normalizar el uso de la mascarilla, cuanto más cómodas y bonitas sean más se las pondrá́ la gente. Pero no todo vale. Lo primero es la seguridad. Y los cacharritos de este tipo sobran”.

La vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), Rosalía Gozalo, explicaba a 20minutos la importancia de conocer la verdadera función de las mascarillas: “Tenemos que tener muy claro que una mascarilla no es un complemento de moda, no es un collar o un pañuelo”.

Además, añadía que estos colgantes “hacen que la mascarilla quede como si fuera un péndulo y roce con todo lo que tiene a su alcance” y que es esencial “evitar el contacto de ese elemento contaminado”.

La utilidad de los colgantes que sí es bien vista

Lo que menos gusta de esta tendencia de llevar la mascarilla colgada con una cadena es precisamente eso, que quede colgando y pueda infectar a otras superficies, aumentando el riesgo de infección.

Sin embargo, cuando sí se lleva puesta, los colgantes sí pueden ser útiles porque se agarran bien a la cabeza y las orejas, de manera que es muy complicado que se te caiga y puede estar más segura. Así, se pueden utilizar los colgantes pero complementándolo con llevarla bien guardada cuando no se use.