Test masivos en China tras detectarse pequeños brotes en tres ciudades
Varios contagios en las ciudades de Tianjin, Shanghai y Manzhouli han llevado a las autoridades a imponer restricciones para evitar nuevos casos.
La estricta estrategia de China para frenar los contagios por coronavirus funcionó hasta el punto de que en el país asiático ya no hay miedo por la COVID-19. Recientemente se han visto imágenes de los ciudadanos chinos acudiendo a fiestas masivas sin mascarillas e incluso visitando reconocidos monumentos en grupos amplios de personas.
Las restricciones son ya prácticamente nulas y todos los restaurantes están abiertos y sin límites de aforo. Lo mismo ocurre con todos los lugares turísticos, a los que los visitantes pueden entrar sin ningún tipo de aforo ni restricción.
Nuevos brotes de coronavirus
Pero a pesar de los buenos datos en China, en los últimos días se han registrado pequeños brotes que han hecho saltar las alarmas en el país. Según ha informado el medio portugués ‘Diário de Notícias’, se han detectado varios casos positivos en las ciudades de Tianjin, Shanghai y Manzhouli. Estos contagios habrían sido transmitidos localmente, lo que ha llevado a las autoridades a realizar pruebas masivas, además de imponer bloqueos de entrada y salida a los territorios afectados, así como el cierre de los colegios para evitar nuevos contagios.
Las bajas temperaturas aumentan los contagios
Algunos expertos han advertido de que la bajada de temperaturas en los últimos días está favoreciendo a que haya un aumento de contagios en las zonas más frías ya que los brotes recientes han demostrado que el virus regresa en aquellas zonas con las temperaturas más bajas.
La Comisión Nacional de Salud de China ha informado de dos nuevos casos transmitidos localmente en Shanghai en las últimas 24 horas, lo que eleva el total a siete desde el viernes. Los dos últimos casos confirmados en Shanghai han sido contactos estrechos con otro positivo: un empleado del Aeropuerto Internacional de Pudong que fue diagnosticado con COVID-19 a principios del mes de noviembre. El domingo, el Aeropuerto Internacional de Pudong realizó 17.719 test a sus empleados para descartar nuevas infecciones.
Las autoridades de Shanghai han sido más selectivas con las pruebas masivas y han decidido hacer test a las zonas más cercanas a los positivos por coronavirus, en lugar de hacer pruebas en distritos enteros, pero no se descarta hacer pruebas en otras comunidades vecinas si se detectan más casos.
En la ciudad de Tianjin, se han llevado a cabo más de 2,2 millones de pruebas en el nuevo distrito de Binhai, después de que se detectaran cinco casos de transmisión local la semana pasada.
En Manzhouli, los funcionarios de salud locales están haciendo pruebas a todos los residentes después de que se diagnosticaran dos casos el sábado pasado.
Se prohiben las reuniones públicas
Además de las pruebas masivas para descartar nuevos contagios, las autoridades chinas también han prohibido las reuniones masivas de personas como los banquetes de las bodas, y han cerrado aquellos lugares públicos en las tres ciudades afectadas.
"Solo China tiene la capacidad de llega a cero casos"
"En todo el mundo, solo China tiene la capacidad de llegar a cero casos. Otros países no tienen esta capacidad. Llegar a cero casos es realmente la forma económicamente más efectiva de prevenir la epidemia. Use una mano más dura y llegue a cero casos, solo entonces la gente se sentirá más segura”, ha dicho Zeng Guang, epidemiólogo jefe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, durante una conferencia de prensa vía online.
El experto Chino hace referencia con sus palabras a la situación de control estricta que estableció China en ciudades como Wuhan para frenar los contagios. Una circunstancia en la que incluso los ciudadanos fueron controlados con drones a todas horas. Los sanitarios visitaban las casas de los ciudadanos para tomarles la temperatura como estrategia para perseguir casos sospechosos. Todo muy distinto a lo que se ha hecho en el resto de países. Un control extremo al que ninguna otra nación se ha planteado llegar.
Se vivieron situaciones extremas también en las calles, donde individuos con EPIs dejaron imágenes capturando a personas sospechosas de tener el virus con redes. Pero no solo persiguieron a individuos por las calles, sino que también acudían a sus casas para sacarles a la fuerza por haber estado en zonas con altos contagios.
Esta ha sido la fórmula que ha llevado a Wuhan a convertirse en la ciudad más segura de China. Una estrategia con la que las autoridades no querían rebajar la curva, sino terminar con ella. Una fórmula que les funcionó, pero a base de acabar con la libertad y los derechos de los ciudadanos. Aún así, el Gobierno chino lo considera una victoria.