CORONAVIRUS

El tinnitus y la pérdida auditiva, dos enfermedades relacionadas con el coronavirus

Un estudio revela que el 40% de los pacientes que presentaban síntomas de COVID-19 experimentaron simultáneamente un empeoramiento de su tinnitus.

El tinnitus y la pérdida auditiva, dos enfermedades relacionadas con el coronavirus

El tinnitus y la sordera están afianzando su relación con el coronavirus. Recientemente, la University College London y el Royal National Throat Nose and Ear Hospital de Londres estudiaron a un hombre de 45 que pérdida auditiva después de contraer la COVID-19. Se trató del primer caso en Reino Unido. El individuo, que no tenía patologías auditivas previas, comenzó a sentir un zumbido en el oído izquierdo (tinnitus) y después perdió la audición repentinamente.

Ahora, una nueva investigación ha revelado que el tinnitus, una afección común que causa la percepción de ruido en el oído y la cabeza, también puede verse agravado por la COVID-19, así como por las medidas recomendadas por las autoridades para protegernos de ella. El estudio de 3.103 personas con tinnitus fue dirigido por la Universidad Anglia Ruskin (ARU), con el apoyo de la Asociación Británica de Tinnitus y la Asociación Estadounidense de Tinnitus, y contó con participantes de 48 países, la gran mayoría procedentes del Reino Unido y Estados Unidos.

Publicada en la revista Frontiers in Public Health, la investigación ha descubierto que el 40% de los pacientes con síntomas de COVID-19 experimentan simultáneamente un empeoramiento de su tinnitus. Además, una pequeña cantidad de participantes también informó de que su afección se desencadenó al desarrollar síntomas de COVID-19, lo que podría reforzar la teoría de que el tinnitus podría ser un síntoma de 'COVID prolongado'.

Los cambios provocados por la pandemia han agravado el tinnitus

“Los hallazgos de este estudio resaltan las complejidades asociadas con experimentar tinnitus y cómo ambos factores internos, como el aumento de la ansiedad y los sentimientos de soledad, y los factores externos, como los cambios en las rutinas diarias, pueden tener un efecto significativo en la afección”, explica el autor principal del estudio, el doctor Eldre Beukes, investigador de la Universidad Anglia Ruskin (ARU) en Cambridge, Inglaterra, y la Universidad Lamar en Texas. Algunos pacientes incluso comienzan a sufrir pérdida auditiva. “Esto es algo que debe ser examinado de cerca por los servicios clínicos y de apoyo”, concluye el experto.

El 46% de los encuestados del Reino Unido dijeron que los cambios en el estilo de vida habían afectado negativamente su tinnitus en comparación con el 29% en América del Norte. Las preocupaciones internas como el miedo a contraer COVID-19, las preocupaciones financieras, la soledad y los problemas para dormir han contribuido a que el tinnitus sea más molesto para el 32% de las personas en general, con factores externos como un aumento de videollamadas, entornos domésticos más ruidosos, educación en el hogar y aumento del consumo de café y el consumo de alcohol también citado por los encuestados. Las mujeres y los menores de 50 años encontraron que el tinnitus era significativamente más molesto durante la pandemia.

¿Qué es el tinnitus y cómo se trata?

El tinnitus, también conocido como acúfenos, se trata de un zumbido, pitido, murmullo o silbido en el interior del oído, una sensación incómoda que altera la calidad de vida de quienes la sufren. Se debe a una alteración del sistema nervioso que provoca que el afectado oiga algo sin que exista un estímulo externo que lo provoque. Según la Asociación Madrileña de Afectados por Tinnitus, en España hay unas 3,5 millones de personas afectadas. Habitualmente, aparece a partir de los 45 años y es más frecuente en hombres (66%) que en mujeres (34%).

De momento, no hay una cura o tratamiento científicamente probados contra el tinnitus. Sin embargo, sí existen terapias que pueden la percepción del ruido. La terapia de reentrenamiento o habituación (TRT) es considerada como la más eficaz para esta patología, ya que presenta una eficacia probada en el 85% de los casos. Con ella se pretende que la persona afectada se habitúe a la presencia de estos zumbidos o sonidos y acabe por no percibirlos como algo molesto.