Uno de los colectivos que más está recibiendo críticas por los altos números de contagios es la juventud. Sobre todo, fundamentadas en las imágenes que se pueden ver a diario de fiestas ilegales y que no cumplen con las medidas mínimas de seguridad, ya sea en espacios interiores o exteriores. Y al estar el botellón más a la vista de los agentes de seguridad, los pisos turísticos y pisos de alquiler se han convertido en la alternativa preferida para estas celebraciones.

Las discotecas están cerradas, en los bares tampoco está permitido que se produzcan celebraciones ni aglomeraciones, con mesas separadas, límite de seis personas, y mascarilla todo el rato. Ante todas estas limitaciones, el “alquiler de pisos para fiestas” se ha convertido en una opción que es fácilmente realizable buscando en internet y en las redes sociales.

Además, por ejemplo en la Comunidad de Madrid, pese a existir el toque de queda están permitidas las reuniones sociales con no convivientes o en casas ajenas desde las 0:00 horas hasta las 6:00 horas mientras no se salga del domicilio. Y como los precios pueden oscilar entre los 100 y 200 euros, si la reunión ya ilegal tiene muchas más de las seis personas permitidas sale realmente barato.

Fiestas en todas las ciudades, también en locales

Este tipo de fiestas ilegales en pisos no es algo que suceda en una sola ciudad, está extendido por todo el país, como una maniobra con la que saltarse todas las medidas y disfrutar de música y bebidas en compañía de amigos y sin llevar mascarilla ni mantener la distancia de seguridad.

Por ejemplo, durante la noche de Halloween, en Madrid se intervinieron 81 fiestas privadas en domicilios, todo ello sin contar locales ni botellones. Y la noche anterior se localizaron otras 105 fiestas privadas en hogares. En Ibiza, esa noche, se desmanteló una fiesta de 120 personas, en Cuenca otra de 80 personas o por ejemplo otra no autorizada en Barcelona con 25 invitados.

Pero no hay que irse tan lejos. Este pasado sábado 7 de noviembre se desmantelaron dos fiestas ilegales en Madrid donde participaron 92 personas entre las dos, aunque en este caso eran en locales y no en pisos.

¿A cuánto ascienden las multas?

Por ejemplo, por hacer botellón en la Comunidad de Madrid las multas oscilan desde los 100 euros en casos leves, hasta los 500 y 600 euros en caso de mayor gravedad, o incluso hasta más de 3.000 euros sin se incumplen todas las normativas del estado de alarma.

En Cataluña las cantidades son parecidas, pudiendo ir llegar a los 1.500 euros por hacer botellón con infracciones graves o incluso hasta los 15.000 euros, como cifró la Generalitat en verano.