Yi Fan, el médico chino al que le cambió el color de piel por un tratamiento contra la COVID-19, ha vuelto a reaparecer en público esta semana ya con su tono recuperado. El individuo ha querido acercarse al hospital donde recibió los cuidados y agradecer a Li Shusheng, el colega que le trató, todo lo que hizo por él.

El hombre, de 42 años, cardiólogo en el Hospital Central de Wuhan, contrajo la enfermedad mientras cuidaba a sus pacientes en enero, durante los momentos más críticos de la pandemia en China. Fue hospitalizado junto a otro compañero, Hu Weifeng, en el Hospital Taikang Tongji de Wuhan, aunque la salud del otro médico empeoró con los meses y finalmente falleció en el mes de junio.

La cloroquina

El tratamiento que recibieron ambos individuos fue la cloroquina, un fármaco para tratar la malaria que en aquel momento se recomendó para tratar la COVID-19. "El uso de este medicamento podría haber causado daños en el hígado de los pacientes, y por eso el cambio de color en la piel", según ha dicho Shusheng a la cadena ‘Televisión Central de China’ (Cctv).

Según el medio chino, esta alteración en su epidermis se debió a un “desequilibrio hormonal por daños que el coronavirus causó en sus hígados”. Las imágenes de este cambio radical del tono de la piel dieron la vuelta al mundo.

Shusheng explicó a la televisión china: “Esperábamos que el color de la piel volviera a la normalidad una vez que sus hígados, afectados por la enfermedad y el tratamiento, empezaran a funcionar correctamente”.

Asistido por una máquina

'Cctv' informó que que el estado de salud de Yi mejoró al ser conectado a una máquina de soporte vital, de nombre Ecmo, cuya función es bombear el oxígeno en sangre. El médico fue asistido por la máquina durante 39 días.

Por otro lado, Yi ha asegurado para la ‘Televisión Central China’ que ha tenido que recibir tratamiento psicológico por el miedo que le ocasionó ver su piel de un color totalmente diferente al suyo.

Agradecimiento a sus colegas

Yi Fan, completamente recuperado de la enfermedad, ha acudido al Hospital Taikang Tongji de Wuhan por primera vez después de haber estado en casa algo más de cinco meses. Allí se le ha podido ver de buen humor y con su aspecto físico normal.

El cardiólogo ha querido visitar a sus colegas para agradecerles todo lo que hicieron por él: "El académico Wang es mi salvador. Necesito agradecerle, por supuesto’', ha dicho Fan en un vídeo publicado por Hubei Today.

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