Los alimentos que congelamos nos pueden salvar de algún apuro en alguna ocasión en que no tenemos tiempo para preparar comida, pero también hay que controlar el tiempo que llevan en el congelador. El tenerlos durante mucho tiempo puede llegar a ser incluso mortal, como ha sucedido en la ciudad de Jixi, en China.

Hasta nueve miembros de una familia han perdido la vida después de consumir unos noodles que llevaban un año congelados. En el alimento, y en el líquido gástrico de los fallecidos, se encontró la presencia de ácido Bongkrékico, una toxina respiratoria que puede matar en cuestión de horas. El pasado 5 de octubre la familia se dispuso a comer un Suantangzi, plato típico de la ciudad, unos fideos preparados a base de harina de maíz fermentada.

Además de los nueve fallecidos, tres niños se negaron a seguir degustando el plato porque no les gustaba el sabor. Son los únicos supervivientes de esta tragedia.

Intoxicación sin antídoto

Los primeros síntomas de una intoxicación de este tipo son el dolor de estómago y una alta sudoración. Con el paso del tiempo el malestar es general y se empiezan a perder las fuerzas. Incluso, algunas personas llegan a entrar en coma. Ante tal enfermedad, no hay antídoto posible. El director de seguridad del Centro de Control y Prevención de enfermedades de Heilongjiang, Gao Fei, asegura que la tasa de mortalidad es del 40%.

También conocida como flavotoxina A, puede generar daños en riñones, hígado o corazón, lo que les pasó a los fallecidos. La familia murió cinco días después de consumir los alimentos. Todos menos una mujer de 47 años, que luchó durante semanas, pero que finalmente fallecía el pasado 18 de octubre.