La noche del próximo sábado 24 de octubre toca cambiar la hora y pasarnos al horario de invierno de cara a comenzar con él el domingo 25 de octubre. Así, cuando sean las 3:00 horas de la madrugada en la Península, en realidad serán las 2:00 horas. Los relojes tecnológicos como los de los móviles, televisiones u ordenadores se cambian de manera automática. Sin embargo, podría ser la penúltima vez que se modifiquen, ya que cada país miembro de la UE tiene hasta 2021 para decidir qué hacer.

En 2018, la Comisión Europea propuso que los países de la Unión Europea eliminasen el cambio de hora estacional a petición del Parlamento Europeo tras una evaluación con más de 4,6 millones de respuestas y un 84% favorable a eliminar el cambio.

En marzo de 2019, la UE votó que fuese el último domingo del mes de marzo de 2021 el último cambio de hora, y finalmente el Parlamento Europeo respaldó la decisión pero dejando a cada país miembro la potestad de decidir hasta esa fecha si preferían quedarse con el horario de verano o el de invierno.

El texto fue aprobado con 410 votos a favor, 192 en contra y 51 abstenciones, y afirmaba que aquellos que optasen por el horario de verano harían el último cambio de hora en marzo de 2021 y los que prefirieran el horario de invierno lo harían dentro de un año, en octubre de 2021.

¿Qué va a hacer España?

Realmente todavía no se ha tomado ninguna decisión al respecto, ya que el comité de expertos, formado por 14 ‘sabios’, que nombró el Gobierno para elegir horario aún no ha decidido cuál es el mejor horario para nuestro país.

No obstante, todavía hay tiempo, ya que la Unión Europea ha dado bastante plazo para reflexionarlo, y todavía quedan casi más de cuatro meses para elegir el de verano, o bien continuar hasta octubre de 2021 para elegir el de invierno. En cualquier caso, como pronto, el último fin de semana de marzo sería la fecha para el último cambio de hora.

Existen varios aspectos a tener en cuenta

El cambio de horario se realiza para cumplir con la Directiva Europea 200/84 CE, con el objetivo de lograr un mayor ahorro energético o aprovechar más las horas de luz durante los horarios más habituales de trabajo. Aunque en realidad, todo tiene que ver con el desarrollo de nuestro reloj biológico.

En el horario de verano hay más horas de sol por la tarde, lo que beneficia a un mayor aprovechamiento del horario con luz para el ocio, el deporte y el ahorro de energía.

Sin embargo, con el horario de invierno, solo tendríamos un retraso de una hora con respecto al horario que corresponde a España por su meridiano (desde 1940 España tiene un horario que no le corresponde). Además, el sol sale antes, se aprovecha más la mañana, se ajusta mejor nuestro reloj interno, e incluso se podría dormir mejor.