La fórmula de Simón para frenar la tercera oleada en España
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias subrayó que "no podemos vaticinar qué va a pasar. Y menos, viendo cómo va Europa".
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), compareció para valorar la situación por la segunda ola de la pandemia en España, así como las cifras de contagios y muertes.
Antes de ofrecer los datos, comenzó diciendo que "siempre hay modificaciones en los procesos de ascenso y descenso, por lo que hay que cogerlo con pinzas. Pero da la sensación que podríamos estar estabilizándonos. El descenso dependerá de cómo evolucionen el resto de países de Europa."
Posteriormente, destacó que "hay 9 comunidades por debajo de la incidencia media nacional (269,96), dos con valores similares y el resto por encima, con Navarra con más de 800 casos. Hay más de 34 territorios en fase estabilizada o de claro descenso. El resto tienen ascensos más o menos agudos"-
"Han fallecido 494 personas en los últimos 7 días. La ocupación hospitalaria está en 11.692 pacientes hospitalizados, un 9,79%. En UCI hay 1.702 pacientes, que representan un 19.2% de las camas UCI. Madrid tiene un porcentaje importante con 37,4%, venimos observando un descenso lento pero progresivo en los últimos días. Hay una variabilidad importante entre las comunidades autónomas", explicó Simón.
"Todavía hay más ingresos que altas, pero las diferencias son pequeñas. Ya incluimos las pruebas de antígenos realizadas de las comunidades que han hecho la notificación, que son Madrid, Murcia y Castilla y León. En la última semana se han hecho 760.488 PCR, unas 1.612 pruebas por cada 100.000 habitantes. Ceuta, Melilla y Comunidad Valenciana realizan menos de 1.000 PCR por semana", añadió.
Sobre la situación a nivel mundial, recalcó que "Estados Unidos, India y Brasil siguen siendo los países con más contagios. A nivel europeo Rusia tiene 1,3 millones. En la Unión Europea (UE) se observa un incremento importante generalizado, con especial atención a Alemania, Países Bajos, Bélgica, República Checa o Italia".
Antes de pasar al turno de preguntas, mencionó que "España está estabilizándose, pero las diferencias territoriales son importantes. No se puede bajar la guardia. En ningún territorio tenemos la incidencia que nos gustaría tener. Nos gustaría llegar a una incidencia de 50 por cada 100.000 habitantes para saber que estamos controlando la pandemia y garantizar un margen de reacción suficiente si se incrementase la transmisión".
Posible tercera ola
Respecto a cómo se podría frenar una hipotética tercera ola, Simón aseguró que "la incidencia deseable es 0. Nos planteamos incidencias que nos permitan estar cómodos, pero muy por debajo de las que tenemos. Tenemos comunidades autónomas que rondan los 100 y otras que están por debajo, por tanto yo creo que es factible bajar a esas cifras sin confinar totalmente. Para ello, las administraciones tienen que aplicar medidas necesarias. Es mejor aplicar medidas duras y rápidas que sirvan para concienciar, que leves que tardan mucho tiempo en notarse. Pero depende del impacto de Europa en España y de la actitud de la gente. También influye el invierno, que deriva en permanencia en espacios cerrados, donde se producen más contagios, por lo que hay que mantener las medidas de prevención con los no convivientes. Si conseguimos todo esto, la tercera ola o el invierno será menos duro. No podemos vaticinar qué va a pasar. Y menos, viendo cómo va Europa".
Los indicadores de Sanidad
Tras la filtración de los nuevos indicadores que estudia Sanidad, el epidemiólogo subrayó que "en el borrador nuevo se introduce el riesgo extremo. Sin embargo, este documento está por cerrar. Sería irresponsable identificar la situación de cada comunidad autónoma cuando aún no se ha cerrado ni aprobado".
"Espero que el documento esté listo a principios o mediados de la semana que viene, pero no lo puedo asegurar. Irá asociado a infografías y documentación de comunicación que facilite la ubicación de la gente dentro de él. Los indicadores son diferentes a los de la UE porque los intereses son distintos. El semáforo de la UE va destinado a limitar el riesgo de contagios en los viajes entre países europeos. La UE trabaja con datos globales, mientras que nosotros usamos datos más focalizados. Utilizamos islas incluso, no nos centramos en provincias", añadió.
Asimismo, enfatizó que "el documento está pensado para evaluar los riesgos a niveles municipales. Riesgos que tenemos que valorar de forma particular teniendo en cuenta el territorio. Por ello, necesitamos indicadores también cualitativos. Una incidencia de 1.000 en un municipio de 100 habitantes es un caso, por lo que hay que hay que valorar con todos los indicadores posibles. No es igual que los casos estén ligados a un solo brote que los casos estén dispersos".
"Hay diferentes medidas que se pueden usar para conseguir el mismo objetivo. Algunas medidas son muy lógicas y todas las comunidades las aplicarán. Se propone una base de medidas común, pero dando margen a que las medidas usen otras más contundentes y restrictivas valorando la situación en cada territorio", declaró.
"El Plan de respuesta temprana era menos preciso que este porque entonces había menos conocimiento de cómo evaluar el virus. Que unos indicadores estén más altos si otros están en un nivel menor puede significar que compensan entre ellos. Los indicadores concretos y fijos son difíciles de valorar, por lo que se va a ofrecer un listado de indicadores que se han de valorar en su conjunto. Cuando se hace esa valoración, se pondrán en marcha medidas. El documento supone una orientación para saber qué indicadores hay que medir, en qué momentos y teniendo en cuenta según qué criterios", aclaró.
El caso de Castilla y León
Cuestionado sobre la situación actual en Castilla y León, declaró que "se puede explicar por la población de la comunidad. En muchas partes del territorio se concentran grupos de población muy envejecidos. Ayer tuvimos una reunión larga con la comunidad autónoma y están tratando de reducir la situación en la región con todas las medidas posibles. Su esfuerzo desde el principio está siendo ejemplar. Han sido muy prudentes, prefiriendo sobreactuar a quedarse cortos, pero su situación ahora es preocupante".
La vacunación
Preguntado acerca de las encuestas sobre el porcentaje de población española que se vacunaría, el director del CCAES afirmó que "el objetivo de la vacunación es controlar la transmisión y proteger a los grupos vulnerables y trabajadores esenciales. Los grupos técnicos dirán quiénes son estos grupos. Me gustaría ver con detalle el resultado de esta encuesta, porque dependen mucho los factores generacionales, de sexo, edad, grupo social, etc., para saber qué sesgos tiene la encuesta".
El toque de queda en Francia
Simón también valoró la decisión de Francia de establecer un toque de queda a partir del sábado: "Francia es un país centralizado por lo que las decisiones se toman de forma diferente. Los territorios españoles con mayor incidencia proponen o cierres concretos de los bares o a partir de las diez de la noche. Si nos fijamos en el impacto que esto puede tener en España esto equivaldría a un toque de queda parcial. No estamos tan lejos de una situación similar en algunos momentos.
El riesgo en las universidades
Acerca del peligro en las universidades, opinó que "al igual que pasa con la cultura, en las universidades y en los centros educativos las medidas de prevención de riesgos son importantes y están bien implementadas. Se están respetando las distancias, como norma general. Creo que el hecho de ir a clase, aunque no existe el riesgo 0, no expone a las personas a un riesgo superior que el de transmisión existente en un lugar. Posiblemente estén a un riesgo menor. También es cierto que una vez se sale del centro educativo, el riesgo de juntarse en otros lugares puede hacer que aumente el riesgo. Creo que no debemos caer en la trampa de castigar el lugar donde se hace bien para evitar que se produzca el encuentro donde hay más riesgo. Sí que me gustaría que el cierre de las universidades fuera acompañado del cierre de los bares, pero bueno...".
Los test de antígenos
Para explicar el funcionamiento de estas pruebas, dijo que "los test de antígenos tienen una alta sensibilidad y especificidad, pero no del 100%. Esto implica que un resultado positivo no significa exactamente lo mismo cuando se le hace a una persona con probabilidad de estar contagiado, un sintomático, una persona que vive en una zona con alta transmisión, etc. Esto no es igual que una persona que tiene poca probabilidad de transmisión. El valor de un positivo en los segundos casos no es tan alto como en los primeros, por lo que sí sería recomendable, aunque no necesario, realizar una PCR. En el primero, casi seguro que un positivo sí será positivo. Madrid usa estos test en zonas con alta probabilidad de infección, por lo que lo está haciendo de forma correcta".