París entrará en alerta máxima por la expansión del coronavirus
La capital francesa ha visto como se incrementaban de forma alarmante los casos positivos en las últimas semanas. Los bares y cafés deberán cerrar.
La segunda ola del coronavirus está golpeando con fuerza a Francia, especialmente a su capital, París. Tras un mes de septiembre con los contagios al alza, este pasado sábado el país galo registró su número máximo de contagios, con casi 1.700 casos nuevos.
La situación es más preocupante en la ciudad de París, que desde este martes entra en alerta máxima por su alta incidencia de contagios en los últimos días. El Gobierno galo estableció una serie de criterios que la ciudad supera.
¿Qué es la alerta máxima?
En el país vecino, las ciudades entran un un nivel de alerta máxima cuando se rebasan tres baremos: que la tasa de incidencia supera los 250 positivos por cada 100.000 habitantes en la población general o los 100 en personas mayores de 65 años y que el 30% de las camas ocupadas en las UCI sean de pacientes con COVID-19.
Unos indicadores que superó París el pasado jueves, con 263 y 105 casos respectivamente, mientras que el porcentaje de ocupación de camas por pacientes con coronavirus alcanzó el 35%. Así pues, tanto el Ayuntamiento como las prefecturas de policía, la agencia sanitaria y la de educación enviaron un comunicado confirmando el anuncio de las nuevas medidas, que se darán a conocer mañana de forma más profunda.
¿Qué medidas se tomarán en París?
Las nuevas medidas afectarán, por una parte, a los bares y cafés de la ciudad, que deberán echar el cierre durante al menos 15 días. Los que sí podrán permanecer abiertos son los restaurantes, aunque lo harán bajo un protocolo sanitario más reforzado. Unas medidas que se ampliarán, además, a los tres departamentos de los suburbios interiores de la ciudad.
Este lunes, la alcaldesa de la ciudad Anne Hidalgo, y el prefecto de la policía Didier Lallement ofrecerán una rueda de prensa para detallar todas las medidas. Según señala el Sindicato de Hostelería de Bouches-du-Rhône, los restaurantes deberán identificar a los clientes con el fin de poder contactar con ellos en caso de un positivo. Además, las mesas deberán estar separadas al menos 1,5 metros entre ellas y será obligatorio pagar en la misma mesa.
Desde Matignon, la residencia del primer ministro de Francia, también se ha señalado que los salones y anfiteatros de universidades limitarán su aforo al 50% en zonas de alerta reforzada y máxima. La alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo, calificó como "catastróficas" unas recientes imágenes de estas salas abarrotadas de gente. Además, se recomienda "más que nunca" el teletrabajo en estas zonas.
El pasado jueves, el ministro de Sanidad francés, Olivier Véran, ya adelantó lo que finalmente ha acabado sucediendo. "No tendríamos más remedio que poner Paris en alerta máxima. No más reuniones familiares, no más fiestas y el cierre total de los bares".
EL impacto del coronavirus en el país galo podría tener unas consecuencias devastadoras para el sector. Según la principal organización patronal, UMIH (Unión de Industrias Comerciales y Hoteleras), en los próximos meses podría cerrar en Francia el 15% de las 220.000 empresas del sector (cafés, bares, hoteles, restaurantes, cervecerías y discotecas), dejando en la calle a cerca de 250.000 personas.