Un estudio de ADN demuestra que ser vikingo era un trabajo y no algo hereditario
El análisis publicado en la revista Nature desvela que tenían ascendencia de cazadores-recolectores, agricultores y poblaciones de la estepa euroasiática.
La investigación de Nature reúne los datos genéticos de 442 humanos cuyos restos datan del año 2400 a.C. al 1600 d.C. Todos están enterrados en zonas donde se expandieron los vikingos y se descubrieron artefactos de estilo escandinavo, como monedas, armas e incluso barcos enteros.
Asociado al trabajo
Pero una de las grandes curiosidades sobre este grupo es que no sólo resultaron no ser rubios o de ojos azules, sino que su mezcla mostró que no eran un grupo étnico único, sino un cruce de varios más. Así, tenían ascendencia de cazadores-recolectores, agricultores y poblaciones de la estepa euroasiática.
El hallazgo también identificó tres grandes focos genéticamente diversos donde las personas se mezclaron con pueblos de otras regiones durante la era: uno en la actual Dinamarca y los otros dos en cada una de las islas de Gotland y Öland, en la actual Suecia. Se considera que estos tres lugares fueron focos comerciales en aquella época.
Grupo poco homogéneo
Por este motivo, se reveló que no interactuaron tanto con la región general de Escandinavia como con el exterior y que se mezclaron con un gran abanico de pueblos que encontraron en sus viajes.