Los efectos de la pandemia del coronavirus han llegado a todos los niveles, incluido el precio del oro. Este se ha visto aumentado durante los últimos meses se ha ido incrementando hasta llegar a su máximo histórico: más de 2.000 dólares la onza. Su precio, no obstante, es muy volátil y varía mucho a lo largo de un mismo día.

Sin embargo, esta subida de los precios no fue acompañada por un incremento en la actividad minera, pues las medidas adoptadas por el coronavirus frenaron las extracciones. El año pasado, según el Consejo Mundial del Oro, la producción fue de 3.531 toneladas, un 1% menos que en 2018 y la primera bajada en la producción desde el año 2008.

"Aunque el crecimiento del suministro procedente de las minas puede ralentizarse o caer ligeramente durante los próximos años, conforme se van agotando las reservas existentes y los grandes descubrimientos son cada vez menos frecuentes, creemos que es un poco prematuro sugerir que la producción mundial ya ha alcanzado su cima", asegura Hannah Brandstaetter, portavoz del consejo.

¿Cuánto oro queda por extraer?

Según los datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), en el mundo quedan cerca de 54.000 toneladas de oro por extraer. Para poner en contexto esta escandalosa cifra, se estima que en toda la historia se han extraído ya unas 197.000 toneladas de este elemento. De ellas, dos tercios se han extraídos desde 1950. Por tanto, todavía quedaría por extraer cerca de un 20%.

Para hacer un cálculo de la cantidad de oro que queda en el subsuelo, las compañías mineras hacen uso de dos fórmulas: las reservas, que son el oro que es rentable extraer al precio actual del metal, y los recursos, que es todo el oro que podría ser rentable extraer tras un proceso de exploración a un nivel de precios superior al actual.

Se trata, sin embargo, de estimaciones que pueden variar debido al uso de nuevas tecnologías que permiten extraer el oro de reservas que hasta el momento no eran rentables. El Big Data, o la inteligencia artificial pueden ayudar a ello.

Fuentes principales de oro

La principal fuente de extracción de esta materia prima se encuentra en la cuenca de Witwatersrand, en Sudáfrica. De aquí se ha extraído cerca del 30% de las más de 197.000 toneladas hasta la fecha.

Otras de gran importancia son las de Mponeng, en Sudáfrica y la más profunda del mundo, las de Super Pit y Boddington en Australia, la de Grasberg en Indonesia, o varias situadas en el estado de Nevada, en Estados Unidos.

El problema es que, aunque todavía se encuentran nuevas minas, los descubrimientos son cada vez más escasos y la mayor parte de la producción pertenece a las minas más antiguas.

Ross Norman, de Metals Daily, apunta a otro de los grandes problemas: las grandes minas y con menores costes están cerca de agotarse, mientras que las de China, más pequeñas, tienen mayores costes de extracción. De las regiones que quedan por explotar, las más prometedoras están en países de África Occidental, aunque son zonas inestables desde el punto de vista geopolítico.