CORONAVIRUS

Las cinco medidas que deben tomarse antes de un desconfinamiento

Los expertos recomiendan fijarse en los países con éxito en sus medidas de prevención frente a la COVID-19 una vez finalizados los confinamientos.

Las cinco medidas que deben tomarse antes de un desconfinamiento
CRISTOBAL CASTRO EL PAÍS

Está claro que en España no se ha sabido controlar la pandemia del coronavirus desde el primer momento. Nunca hubo un plan de acción definido para actuar de inmediato y empezar a plantear ciertas medidas cuando todo podía controlarse. Todo pillo de sorpresa, sí, pero si comparamos los datos de nuestro país con los del resto de naciones de la Unión Europea, e incluso otros países y regiones de Asia, nos daremos cuenta que nada se ha hecho bien en España.

Así lo ha manifestado un estudio publicado en la revista médica británica ‘The Lancet’, donde después de analizar las estrategias que han seguido nueve países (Alemania, España, Noruega, Reino Unido, Hong Kong, Japón, Nueva Zelanda, Singapur y Coreo del Sur.) después de los confinamientos, se ha llegado a la conclusión de España ha sido claramente el peor de todos.

Pero, llegados al punto de la pandemia en el que estamos y, de cara a posibles nuevos aislamientos, los expertos han querido dar cinco claves fundamentales para reabrir poco a poco los territorios sin sufrir una expansión aún mayor del virus.

Un plan del Gobierno

En primer lugar, lo más importante es que las autoridades tengan claro cómo van a llevar a cabo esa desescalada. Es decir, tiene que haber un plan diseñado que, en cierto modo, pueda ser esperanzador de cara a evitar esos contagios en el futuro.

En palabras del estudio, se necesita "un proceso de toma de decisiones transparente, que identifique los niveles o fases sobre los que se desarrollará la desescalada y detalle los criterios que permitirán avanzar hacia una nueva etapa”.

Sistema fiable para diagnosticar la expansión del virus

En este informe también se plantea un sistema fiable que permita conocer el nivel de expansión del virus, es decir, un conocimiento de los niveles reales de infección. Y, dicen los expertos, que el ratio de transmisión (R) solo es útil si se cuenta con datos de calidad en tiempo real.

"Por ejemplo, un pequeño foco localizado puede elevar el valor R de un país, pero no requiere un confinamiento nacional para ser controlado”, explican en el informe.

Medidas para reducir la transmisión

El uso de la mascarilla y el distanciamiento social han sido y son las medidas más importantes durante y después del confinamiento. Pero, en muchos casos se ha llegado a la confianza extrema y, como ocurrió en España, al ver que mejoraban los datos, la mascarilla desapareció de nuestras vidas hasta que, de nuevo, volvió a ser obligatoria.

Esa relajación de los gobiernos no debe permitirse y las medidas de seguridad deben seguir ahí incluso una vez terminado el confinamiento ya que no hay que olvidar que el virus sigue ahí fuera. En este aspecto, los expertos destacan el modelo de las “burbujas sociales” de Nueva Zelanda.

Esta medida consiste en mantenerse dentro de un solo círculo social, es decir, el Gobierno autorizó a los miembros de una casa a poder relacionarse con más personas pero que a su vez éstas no se relacionaran con otros círculos sociales. Al final es como tener un contrato que no puedes romper, porque entonces, volverían los contagios.

En este punto, nos encontramos también con la necesidad de que la ciudadanía participe de forma adecuada y para ello se necesita que los gobiernos “interactúen con sus ciudadanos, construyan la confianza y seleccionen las medidas apropiadas que estén dispuestos a cumplir”.

Sistema efectivo de detección de casos

Por otro lado, saber detectar los casos es muy importante a la hora de frenar esa transmisión una vez finalizado el aislamiento. Sin eso, los contagios continuarán. En este caso, “cada país debe diseñar mecanismos efectivos para detectar y aislar casos” y en esta materia España, junto a Reino Unido, no ha sabido actuar.

"España y el Reino Unido han tenido problemas para lograr esto”. No han sabido establecer un “sistema efectivo de búsqueda, testeo, rastreo, aislamiento y apoyo antes de aliviar las restricciones” y los expertos proponen como "modelo efectivo" el de Corea del Sur: Educación, test, mascarillas, rastreo de contactos y aislamiento, por ese orden.

En nuestro país, efectivamente, el rastreo de contactos se descontroló debido al poco personal que había para hacerlo, por lo que esta acción quedó obsoleta durante algún tiempo y sigue siéndolo en algunas comunidades españolas, lo que hace que los contagios se descontrolen y volvamos al inicio de la crisis sanitaria.

Estrategia de “COVID 0”

Por último, los autores del estudio dan la oportunidad a aquellos gobiernos que han cometido errores a rectificarlos siguiendo los modelos de otros países que han triunfado con sus medidas y en los que el nivel de transmisión es nulo o muy bajo.

Helena Legido-Quigley, principal autora del trabajo explica que la “revisión de las experiencias internacionales identifica lecciones que los gobiernos pueden aprender a partir de los éxitos y los fracasos de otros”.

Con estos resultados: ”No estamos aconsejando que los países repliquen exactamente las mismas medidas que otros, pero todavía no es demasiado tarde para que los gobiernos tomen en consideración soluciones novedosas que han desarrollado otros países y aplicarlas en sus propios contextos", dice Legido-Quigley.

Por su parte, Martin McKee añade que "a medida que algunos países en todo el mundo empiezan a ver resurgir los casos y enduren las restricciones, es imperativo que aprendan las lecciones que se han dejado para el futuro". Por ello cree que “no hay soluciones simples, pero sí que se pueden obtener grandes beneficios aprendiendo de la experiencia de los demás”.