La ONU no tiene nombres para tantos huracanes
A pesar de que la temporada habitual va desde junio a noviembre, este año se han registrado ciclones desde marzo, alcanzando un nuevo récord.
Las tormentas tropicales y los huracanes en el Atlántico han sido más frecuentes este año. A pesar de que su temporal regular va desde el 1 de junio al 31 de noviembre, este 2020 ha traído estos efectos meteorológicos ya desde el pasado mayo. Es por ello que las Naciones Unidas (ONU) se está quedando ya sin nombres para denominar a estas tormentas. Tuvieron que recurrir al alfabeto griego, algo que no sucedía desde el pasado 2005.
El Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos (NHC) ha contado hasta el momento 23 fenómenos, muchos más que el promedio de 1981 a 2010 para el mismo período de tiempo, con una media de ocho tormentas. El año 2020 casi alcanzó el récord de 2005, en el que se registraron 28 tormentas. Y es que, cada año, existen 21 nombres para denominar a las distintas tormentas tropicales -sólo aquellas que superen los 63 km/h- o ciclones -a partir de 117 km/h-.
El nombramiento de los huracanes comenzó para ser más fáciles de identificar en los mensajes de alerta. Principalmente recibían nombres de los santos del día correspondiente, luego del alfabeto radiofónico internacional y, desde 1953, reciben nombres propios. Eso sí, comenzaron siendo simplemente nombres de mujer y fue el 1979 cuando se fueron alterando con los nombres masculinos. De estas listas de nombres se eliminan aquellos que pertenezcan a los ciclones más peligrosos y mortales para no volver a ser utilizados, como Katrina (2015) o Irma y María (2017).
"Estas listas sólo tienen 21 letras de 26, porque no es fácil encontrar seis nombres adecuados -para las seis listas rotativas- que comienzan con Q, U, X, Y y Z. Por razones de seguridad, los nombres deberían ser fácilmente reconocibles", dice la OMM, quienes apuntan también que este año se ha batido un nuevo récord, con hasta cinco ciclones formándose al mismo tiempo sobre el Atlántico (Paulette, René, Sally, Teddy y Vicky), lo que sólo había ocurrido en 1971. Y nueve tormentas ya han golpeado los Estados Unidos, un récord, al igual que en 1916.
"Gran parte del Atlántico es ahora mucho más cálido de lo normal, lo que proporciona más combustible para el desarrollo de los huracanes. Además, actualmente estamos en el fenómeno de La Niña", apunta Philip Klotzbach, un investigador de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) especializado en el seguimiento de huracanes. Expertos indican que el cambio climático y el calentamiento de los océanos no afecta a un aumento en el número de ciclones, pero si tienen a intensificar los más violentos. De hecho, de cara al final de este siglo, se prevé un aumento de los fenómenos más fuertes, con lluvias intensas, de un 20% por encima de la media actual.